"Espontaneidad, juego de afectos y desafectos, lealtad por encima de lo accesorio… amistad. Libertad, verdad, justicia, fe y un Dios que no ve, pero que tampoco debe desaparecer.Octavio, el entrañable OPUNTO de las mil y una aventuras literarias en el centenario diario, vuelve a jugar con el lenguaje y el pensamiento, se rebela contra el hiriente caos de lo accesorio y nos invita a coincidir en paz con nosotros mismos. Indaga en problemas comunes y huye de las soluciones que dividen, porque ni es ni ha sido nunca lo suyo. Y aunque algunos le califiquen como un osado que desafía siempre las más profundas teorías, él no contesta, sigue hablando sin dejar de ser el Octavio que siempre ha sido y trata de sorprendernos en un ejercicio de prudencia hasta ahora desconocido en sus trabajos literarios. "
El lector interesado en la morfología prefijal del español encontrará en este libro un serio trabajo, que ha sido posible tras la elaboración de un corpus de 148798 formas canónicas, extraído de un conjunto de obras lexicográficas que incluyen prestigiosos diccionarios de uso del español, y que incorpora también 1240 nombres propios no incluidos en las fuentes lexicográficas consultadas. De este corpus se extrae una relación de 98 prefijos cuyas peculiaridades formales, funcionales y semánticas se desarrollan puntualmente en el estudio detallado que, sobre ellos, se lleva a cabo en la investigación.Agustín Vera LujánDirector del Instituto Cervantes de MánchesterCatedrático de lengua española de la Universidad de Murcia
Es sabido que una lengua que no se renueva está abocada a la esclerosis funcional, al cese inevitable de su capacidad para representar la realidad y de permitir el intercambio comunicativo. Es por ello por lo que en las llamadas lenguas vivas la capacidad de renovacion se contempla como el mas basico de sus atributos inherentes.De todos los componentes de la estructura de una lengua, el mas proclive al cambio es siempre el lexico. La perentoriedad denominativa impuesta por la continua y acelerada transformacion de los modos de vida en una sociedad cambiante como la nuestra, la necesidad de denominar las realidades materiales o no surgidas del avance de las ciencias y de las innovaciones tecnologicas y, sobre todo, los nuevos modos de concebir el papel del individuo y sus relaciones con la comunidad social a la que pertenece, constituyen el principal motor de la neologia lexica.Es sabido, tambien, que la renovacion del vocabulario y la periodicidad con que esta se produce no obedecen a ninguna ley inexorable emanada del sistema linguistico, sino que dependen de la interaccion de factores externos al sistema de indole socio-cultural, como los que antes hemos enumerado. Sin embargo, aunque la necesidad del cambio no emane del sistema linguistico, este si que interviene, no obstante, proporcionando las herramientas necesarias que hagan posible la creacion de nuevas unidades lexicas. De hecho, la mayor fabrica de palabras es la propia lengua, aunque tambien, a lo largo de la historia, factores de prestigio o de estricta necesidad obligan a tomar prestadas formas procedentes de otras lenguas de cultura.Dolores Azorin FernandezCatedratica de Lengua Española de la Universidad de Alicante
¿Para qué sirve viajar? Piénselo. Puede usted recolectar recuerdos de piedra, cobre y barro y almacenarlos festivamente en su gabinete. Puede hacer mil setecientas fotos. Puede enviar postales probatorias a sus amistades. Puede recorrer sin misericordia todos los museos, criptas y termas que vengan en guia bilingue. Puede hacer todo esto y no ganar gran cosa. O puede cambiar de juego, como Octavio Santana, y viajar a fondo, caminar con los ojos muy abiertos, respondiendo cada vez a la pregunta clave, ¿quien soy yo, aqui y ahora? Esta vez Octavio Santana va de Tunez a la India, pausada pero incansablemente. Habla de los lujos de los sentidos, de oro y de purpura, del cafe y del te, de gentes viejas y nuevas, vivas y muertas: de montañas, desiertos, mares, minaretes y torres. En este libro se ve su memoria ferrea, empeñada en registrarlo y despedazarlo todo, capaz incluso de reconstruir espectaculos perdidos, sal disuelta en el agua de la historia. Porque han pasado milenios, han cambiado los hombres, las ideas y los dioses. Octavio salta de un tiempo a otro, enhebrandolos todos en su cabeza y escribiendo luego su traduccion particular de la realidad. Al fondo esta la suave seguridad de que la casa y el patio siguen en su sitio, aunque el planeta gire inesperadamente y haga extraños. Y, sobrevolandolo todo, una defensa encendida de la inteligencia y el trabajo perpetuo de entender el mundo, de cavar tuneles hacia dentro y hacia fuera, que mas que un trabajo es una pasion.