A finales del siglo XIX el mundo estaba en ebullición. Las ideas de Darwin entran lentamente y las exposiciones universales mostraban los inventos destinados a cambiar la vida. Los más avanzados intentan enseñar y convencer a sus contemporáneos de la capacidad de las ciencias naturales para solucionar problemas y mejorar la vida. Uno de ellos fue Odón de Buen, hombre en la vanguardia de su tiempo. En 1887 comenzó una serie de artículos, que ahora componen este libro, escritos como cartas a un amigo de su pueblo, en los que trata de ponerle al día de los avances en biología y sacar, de ellos, conclusiones sociales, lecciones para aprender y progresar
De Kristianía a Tuggurt (impresiones de viaje), reflejo cronístico de un periplo a bordo de la fragata Blanca, buque escuela de tres palos en el que se formaban los guardamarinas españoles, que zarpó de Cartagena con rumbo a latitudes escandinavas, con 350 hombres a bordo, incluidos unos pocos científicos con su laboratorio, y que retornó haciendo escala en las costas argelinas. Rastrear en los comentarios del aragonés es disfrutar, en estado de suma pureza, del estado de ánimo y la sensibidad de esa entonces juvenil generación. Con gallarda claridad y valeroso desparpajo, toma pie de un sinfín de hechos de toda clase observados durante el largo viaje para sus reflexiones a vuelapluma, llana y enjundiosamente dichas.