PEDRO J. DE LA PEÑA

El Reino de la Osa se basa en los acontecimientos que sucedieron en la ciudad de Reinosa en el año 1986, y que de manera imprevista, vinieron a alterar una ciudad pacífica y tranquila en la que el autor había pasado parte de su infancia y algunos veranos de su juventud. La irrupción del conflicto de la Naval estremeció las calles de la ciudad, revolvió a la gente del lugar por la injusticia y el maltrato que sufrieron durante algunos meses, y dejó una huella indeleble en la economía y en la sociedad reinosanas. Una explosión así acontece en muy pocas ocasiones y tiene por eso carácter histórico, porque la paz y el bienestar se convulsionaron durante la etapa de la reconversión industrial, dejando a mucha gente sin empleo y muchos comercios cerrados. No obstante, Reinosa se recuperó de ese dolor que todavía se recuerda. Desde ese recuerdo y desde el sentimiento de impotencia que en aquellos meses padecimos todos los reinosanos, el autor creyó conveniente dejar memoria escrita de unos sucesos que, aun siendo reales, se mezclan con los más bellos recuerdos de su juventud y con la necesaria fabulación que toda novela necesita para alcanzar el vuelo.

Otro 98 es necesario viene unida su publicación, como un cuerpo y su sombra, a la actual crisis que ennegrece la silueta de todos los españoles. Casi nadie, salvo quienes la han provocado, ha dejado de padecerla y casi todos, menos quienes se han beneficiado de ella, hemos tenido que sufrirla. Otro 98 es necesario y hay que provocar a todos los españoles en la búsqueda de respuestas a los interrogantes abiertos sobre nuestro futuro y cauces a la indignación de nuestro presente. La Generación del 98 nos dio las perspectivas históricas necesarias: el compromiso con la verdad; la voluntad de rectificar el rumbo desnortado; el conocimiento real de los problemas existentes; la valoración de nuestra trayectoria como país y los valores humanos que comportaba nuestra grandeza como una de las grandes culturas de Occidente.

Arquitectura colonial. Acepto entusiasmado los fortines, pero acepto sus ruinas igualmente. Quienes así dejaron nuestra huella no contemplaron brazos incontables, la estría roja de las negras espaldas, los quejidos. Trapiches y encomiendas son hoy huecos de caries en dentaduras descompuestas. Una selva de hiedra toma las ciudadelas y ahoga las vacias bocas de los cañones.

Recopilación de poemas

Recopilación de poemas

Pedro J. de la Peña La figura literaria de Gustavo Adolfo Bécquer ha estado sometida a una serie de falsedades históricas promovidas, en parte, por el propio autor y fruto en otra parte de falsificadores y criticos que las han difundido por diversos motivos. Desde su mismo apellido (se llamaba Dominguez Bastida) a su apariencia fisica (los ficticios retratos de su hermano Valeriano) su aparente romanticismo (fue un poeta intimista simbolico y no romantico) hasta su enfermedad y muerte (nunca fue tuberculoso, sino sifilitico y hepatico) todo un conjunto de mitos se ha trasmitido sobre el con diversa fortuna (amores falsos mezclados con otros verdaderos). Este libro no tiene otro objeto que responder a la realidad de su biografia y su obra, propiciando asi el conocimiento de uno cie los mas grandes poetas españoles de todos los tiempos.

Premio "Ciutat de Valencia" 1991

Esta es una novela escrita al límite: de la biografía, de la pasión, de la historia, de la existecia... Porque el autor se ha dejado un trozo de sí mismo en una obra que es capaz, por sí sola, de tra

Tras la publicación de El soplo de los dioses (Premio Valencia, 1991) la posía de Pedro J. de la Peña adquiere un tono de obra mayor. Sus cinco libros anteriores recogidos en Pentalogía a ojo de pez (Valencia, 1983) se refuerza con nuevas incursiones en los aspectos mas trascendentes de la poesia como son la indagacion en el misterio de la vida, Desapariciones (Madrid, 1994); la amenaza del desarrollo de la humanidad frente a la naturaleza Corpus ecologico (Premio Ciudad de Irun, 1997); y finalmente la inquisicion sobre la metafisica del presente libro. Los dioses derrotados vienen a ser, en cierta medida, la continuacion de El soplo de los dioses como voluntad de entender la poesia desde una furza interior, animica e irracional, que supera la cotidianeidad. Libro entretejido de aspectos vivenciales (viajes, amores, meditaciones) pero que se inscribe en una estetica de superacion del entrono, al considerar la poesia no como una descripcion de la vida sino una iluminacion del mundo.