Pedro Trigo

El libro ofrece un análisis de las cartas del cura Brochero que dan cuenta de distintos aspectos de su actividad centrada en el evangelio. Estudia el modo en que en Brochero todo va saliendo de su seguimiento situado, de la pregunta de que hacer para que aquellos de los que el tiene cuidado tengan vida y vida en abundancia. El evangelio es la inspiracion de todo, un motor personal, una narracion abierta, la relacion con una persona que es la fuente de su identidad y de su vida.

Un libro sobre Jesús de Nazaret anclado en la narratividad de los Evangelios porque Jesús, como nosotros, fue haciendose lo que era progresivamente. Esencial para comprender su proceso desde diferentes puntos de vista: los discernimientos que hubo de hacer a lo largo de su vida, los encuentros y desencuentros que experimento, sus relaciones y tambien como fue aflorando y en que consistio el poder peculiar que tuvo, que no era precisamente el que los mas cercanos a el pretendian que ejerciera.

Un recorrido esencial para reconocer la imagen de Dios y la relación con él en el cristianismo latinoamericano. Pedro Trigo se reafirma en el Dios único que no «podemos dar por supuesto» y que lo dem

La oración más larga y profunda. La oración más doliente y sincera. La oración más pura. La oración que surge al contemplar a Jesús en sus últimos instantes de vida. La oración con cabeza, siguiendo y comprendiendo al mismo tiempo lo que los Evangelios nos dicen de la Pasion. Porque nos hablan hoy.Un maravillo libro de Pedro Trigo que nos conduce por la contemplacion ignaciana de la Pasion y la Resurreccion, a traves de una preciosa y sencilla oracion personal hilada a los relatos evangelicos y a las personas y momentos que le dan forma.PEDRO TRIGO es jesuita venezolano de origen español. Desde 1973 pertenece al Centro de Investigacion y Accion Social de los jesuitas en Venezuela. De 1964 a 1966 tuvo contacto con Mons. Proaño en Ecuador y se sintio comprometido con la Iglesia y la pastoral que el represento. En 1973 fue discipulo de Gustavo Gutierrez en Lima. Es profesor de Teologia en la UCAB de Caracas. Vive en una zona popular y acompaña a comunidades cristianas populares.

Este libro presenta una perspectiva del cristianismo como comunidad, más allá de todo individualismo o colectivismo. En su afán por integrar una visión del sujeto humano como relación, Pedro Trigo va abordando en sus paginas los diversos perfiles de vida que el cristianismo ofrece, dentro de sus parametros comunitarios y sociales, en pro de la realizacion de las dimensiones que dan forma a cada persona humana concreta. Es un intento por ofrecer una vision actual y novedosa del cristianismo y, en ella, del sujeto humano, como propuesta de vida y proyecto basados en valores renovadores para la sociedad global contemporanea. Es una obra de madurez, escrita desde la mas sentida experiencia de vida cristiana entramada en medio de la realidad cotidiana latinoamericana.

Un recorrido esencial para reconocer la imagen de Dios y la relación con él en el cristianismo latinoamericano. El autor se reafirma en el Dios único que no podemos dar por supuesto y que lo demás son proyecciones nuestras. Bucea en la historia de ese Dio

La Autobiografía de san Ignacio nos ofrece una ventana desde la que se puede contemplar su proceso de conversión y comprender mejor los discernimientos que definieron su vida y misión. El Señor le concedio el don de comprender como lo fue llevando y de plasmarlo de una manera que hoy sigue iluminando nuestro propio seguimiento. En este libro Pedro Trigo se lanza a explorar las primeras fuentes ignacianas para clarificar mas la impronta de los jesuitas y de quienes se dejan guiar por su carisma. Y tambien para arrojar luz sobre las distintas dedicaciones apostolicas de la Compañia de Jesus.

Estos treinta y nueve salmos son contemplaciones del Evangelio dialogadas con Dios. Son, pues, oraciones, conversaciones con el Padre de Jesús, que es nuestro Padre; con el Dios de Jesús, que es nuestro Dios. Nadie puede ir a Jesus si el Padre no lo atrae. Jesus no es, sin mas, un ser en el mundo a merced de nuestra percepcion objetiva, neutra, cientifica. Toda persona es un misterio. Y mas estrictamente lo es Jesus, que es una persona divina: el Hijo de Dios. La vida de Jesus es revelacion y por eso la contemplacion del Evangelio es fuente insustituible e inagotable. Pero muchos miraron sin ver, se toparon con Jesus sin reconocer el reinado de Dios, pidiendole humildemente los ojos de la fe. La contemplacion del Evangelio es, pues, contemplacion orante. Una contemplacion que ha de hacerse con la sencillez y la humildad evangelicas, porque Dios no escucha la oracion del que se tiene por sabio y justo y desprecia a los demas. Es decir, con la actitud que anima a las comunidades cristianas populares, que buscan con todo el corazon, porque necesitan y desean; que buscan vida digna y recurren a Dios, porque tienen fe en El.

El ambiente religioso de principios de siglo está notablemente refractado. De ese menú casi inagotable, el autor explora nueve maneras de vivir la religiosidad. El estudio de cada forma tiene dos partes. La primera es una fenomenologia: ponerse en el lugar de los que la practican consecuentemente, para explorar sus mejores posibilidades: la segunda quiere ser un discernimiento espiritual. En esta fenomenologia no aparece el Dios que ordena comportamientos y culto -esa no es la via de acceso a Dios tipica de nuestra epoca-. El Dios que aqui se presenta es un Dios que acompaña, que pide andar con el, como el viene con nosotros. Y cuando nos damos a el, nos pide hacer con los demas lo mismo que el hace con nosotros. Asi pues, el punto de partida lo constituye la salvacion que Dios aporta con su presencia: y el punto de llegada, la salvacion que estamos llamados a ofrecer en nuestro mundo como sus enviados. Este es el dicernimiento implicito de quienes siguen las formas de religiosidad que se presentan en el presente texto. Hay muchas ofertas sobre Dios, y en su mayoria asumen el formato de la mercancia. Aqui se busca un Dios mas alla del mercado. PEDRO TRIGO, jesuita venezolano de origen español, acompaña como teologo a la vida religiosa de su pais y de toda America La

"Los seis trabajos que componen este libro pretenden ser teoría, es decir, comprensión lo más adecuada posible del camino que vamos haciendo. Por eso partimos de la historia que hemos vivido desde los años preconciliares, tratando de discernir en ella tanto las fuentes vivas de cada periodo como las estrecheces y desviaciones que hicieron necesario pasar al siguiente. Llegados al momento actual, nos preguntamos por la verdad de nuestra consagracion al Dios de la vida que profesamos. Desde esta perspectiva, tratamos de hacernos cargo del espesor historico que subyace a nuestro presente, tanto en lo que tiene de riqueza que hay que salvaguardar y poner a producir, como en lo que tiene de carencias y aun pecados que superar y de retos nuevos que afrontar. Desde esta apertura en fidelidad creativa, a pesar de tantas insuficiencias y pecados, se nos abre la novedad que el Espiritu propone a la Vida Consagrada. Son apreciaciones y propuestas que atisbamos para toda ella desde la profundizacion en nuestra situacion particular". Pedro Trigo, jesuita venezolano de origen español, acompaña como teologo a la vida religiosa de su pais y de otros paises de America Latina, comprometido en un esfuerzo intercongregacional en orden a una vida religiosa inserta e inculturada en

La Teología de la Liberación sigue estando activa, en diálogo leal con la nueva época desde la perspectiva de los explotados y excluidos. Su crisis deriva de dos frentes: la disminución de agentes pastorales comprometidos con ella y la necesidad de que los militantes y hasta los teologos vayan superando la relacion ilustrada con la gente popular y se situen a la altura de los tiempos. Estamos ante circunstancias mundiales y eclesiales distintas. La respuesta, pues, tambien ha de ser diferente. Pero la tarea sigue siendo la humanizacion de las personas y la sociedad. El evangelio y la fe cristiana tienen una palabra liberadora que ofrecer a los que buscan otro mundo que se perece muy poco a actual.

La Pascua de Jesús es la culminación de su vida y por eso, al consumarla, revela su sentido. Su muerte es una injusticia y un aparente fracaso.