Roger Garaudy

Hoy en día, los integrismos (religiosos, ideológicos, tecnocráticos) representan la principal amenaza para el futuro. Roger Garaudy analiza en este libro las múltiples caras del fenómeno, así como sus mecanismos internos. El pensamiento integrista despliega una respuesta y una verdad tranquilizadoras ante todas las dudas posibles a cambio del poder sobre quienes se adhieren a él. Un capítulo especialmente importante es el dedicado al integrismo islámico, ya que en sus raíces está el gran problema de las relaciones entre el Tercer Mundo y la cultura occidental capitalista. Gran conocedor del mundo musulmán, el autor considera que el integrismo es una enfermedad del Islam y que hay que diferenciar con toda precisión lo que es el mensaje del Corán y lo que es efecto de la situación económica y política del Tercer Mundo. Garaudy define como primer integrismo la pretensión occidental de imponer su modelo de desarrollo y cultura frente a todos los otros integrismos, que no son más que una reacción defensiva. Esta obra se propone utilizar la sorpresa y la provocación como medios para obligar al lector a que abandone las formas habituales de entender el Islam.

Un verdadero renacimiento, con Dios y no contra El, hubiera podido comenzar en España en el siglo XIV, y no el Italia en el XVI. Don Quijote nos revela esta ocasión perdida de la historia. Al final del siglo XVI existía aún la posibilidad. Pero el destino de España, y con ella de Occidente, se selló para los siglos venideros con dos elecciones decisivas: la expulsión de los judíos en 1492 y la de los moros en 1609. Entre estas dos fechas fatídicas se alzan las leyes sobre la pureza de sangre. Estas leyes no sólo fueron medidas de la Inquisición religiosa y del racismo, sino también la ruptura entre Oriente y Occidente.

Este manifiesto convoca a una reflexión fundamental sobre los principios mismos de nuestra sociedad, y sobre las razones por las cuales estos principios nos han llevado a un callejón sin salida. A su vez, contiene una invitación para que cada persona y cada grupo aporte "su contribución crítica y creadora en la elaboración y realización de un nuevo proyecto de civilización". El autor considera que los agentes sociales no sólo deben actuar, sino que deben tener una idea de lo que debe ser la sociedad, de lo que consiste el desarrollo de la persona y de cuáles deberían ser las formas de relaciones sociales. Por tal razón, presenta un horizonte utópico no como dogma, sino como un esbozo de algo que se puede construir, un camino por donde iniciar la marcha que movilice y motive para tomar las riendas de nuestros propios destinos. Destinado a educadores, trabajadores sociales, animadores y responsables de organizaciones de base en general qye se encuentran en el trabajo directo con la gente.

Esta obra es traducción del capítulo cuarto de la obra LE XX e SIÈCLE. SUICIDE PLANÉTAIRE OU RÉSURRECTION? (L'Harmattan, Francia - Canadá, 2000) en la que colaboran personalidades tan destacadas