En nombre de la clase obrera fueron las palabras que encabezaban la sentencia dictada en junio de 1958 contra Imre Nagy, primer ministro de Hungría y veterano dirigente comunista, y sus colaboradores mas proximos en el simulacro de juicio por su participacion en la Revolucion hungara de 1956. Sandor Kopacsi, jefe de la policia de Budapest y diputado del partido comunista hungaro (POH), era uno de ellos. Es el suyo un testimonio de primera mano de un miembro del sector reformador del POH estimulado por la desestalinizacion anunciada por el Informe Secreto de Jrushchov ante el XX Congreso del PCUS (febrero de 1956). En estas paginas se palpa como la Revolucion hungara pugnaba por conseguir una democracia socialista en la que los trabajadores, los campesinos, los intelectuales, los jovenes fueran quienes marcaran la direccion de la economia y los asuntos publicos. Aspiraciones que, al desbordar los estrechos limites del llamado socialismo real, movieron a la burocracia estalinista de Moscu a aplastarla a sangre y fuego, fracasados los intentos de encauzarla siguiendo el patron de Gomulka en Polonia. A Sandor Kopacsi (Miskolc, Hungria, 1922- Toronto, Canada, 2001) su padre, tornero, le introdujo desde muy joven en el oficio y en la politica, donde era dirigente socialdemocrata y sindical. En 1944, al ocupar Hungria las tropas alemanas, huyo de la ciudad con toda su familia para unirse al movimiento de resistencia Mokan. Liberado Miskolc por el Ejercito Rojo, entro en las nuevas fuerzas policiales e ingreso en el Partido Obrero hungaro (POH, comunista). En 1952 fue nombrado jefe de la policia de Budapest y algo despues designado diputado. A principios de 1956 alzo su voz contra Matyas Rakosi, entonces maximo dirigente del Partido y del Estado, en una reunion de miembros del POH en la policia, sumandose asi a los reformadores del partido.