No hay tiempo para jugar reúne 50 breves historias de vida de niños y niñas trabajadores de la ciudad mexicana de Monterrey. La socióloga Sandra Arenal realizó numerosas entrevistas a niños, y en un libro -que sirve de base a esta edicion- recopilo algunos de estos testimonios que nos muestran la cara mas fea del mundo, la que nunca queremos ver: niños y niñas sin infancia y con responsabilidades de adultos, obligados a trabajar en las peores condiciones, ejerciendo duras tareas a cambio de un magro salario para mantener a sus familias, para costearse los estudios o sencillamente para sobrevivir. Maquiladoras, vendedores, prostitutas, albañiles, criaditas, basureros...; para no olvidar en ningun momento que estamos leyendo historias contadas por personas que muchas veces no tienen mas de once o doce años, hemos querido incluir en el libro los retratos posibles de estos niños; a partir de fotografias y apuntes tomados en la propia calle, las xilografias de Mariana Chiesa nos hacen presentes los rostros de los jovenes protagonistas.