Santiago A. López Navia es doctor en Filología por la Universidad Complutense de Madrid, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la UNED con Premio Extraordinario de Doctorado y doctor honoris causa por la Universidad SEK de Santiago de Chile, en la que es titular de la Cátedra de Estudios Humanísticos Felipe Segovia Martínez. Es miembro del Consejo de Dirección de Trinity College Group of Spain y profesor del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de La Rioja y ha enseñado en los programas concertados por la Universidad SEK e IE University con la Universidad de Arizona y el Middlebury College.Sus líneas de investigación, centradas preferentemente en el cervantismo y la retórica, se han traducido en numerosas publicaciones, entre ellos Inspiración y pretexto: estudios sobre las recreaciones del Quijote (Madrid, Iberoamericana Vervuert 2005), la edición del texto de la zarzuela de Sinesio Delgado El carro de la muerte (Madrid, Visor, 2007, bajo la coordinación de Ignacio Arellano) y la edición, con Ruth Fine, del volumen colectivo Cervantes y las religiones (Madrid, Iberoamericana Vervuert, 2008). También ha publicado recientemente el libro Diseño de tareas para la superación de las dificultades del alumnado universitario en la construcción y la ejecución del discurso expositivo (Madrid, UNED, 2010).Su dedicación a la enseñanza universitaria de la oratoria, la argumentación y las técnicas de comunicación oral se ha acreditado, además, en sus intervenciones en congresos y seminarios y se ha complementado con una larga y reconocida experiencia como director y profesor en cursos de especialización dirigidos a profesionales, directivos y posgraduados. Su interés por esta disciplina se ha reflejado también en su libro de poesía Ética y retórica a Jacobo Sadness (Córdoba, Ateneo de Córdo...
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En la retina queda el magistral recorrido por las orillas, el viaje interior hasta la infancia que nos conforma, el retrato de mujeres en el tren, la ciudad que cierra el largo trayecto del poeta observador que con maestria estilistica y sensibilidad a flor de piel nos va poco a poco haciendo complices de esa singular aventura. Complices porque toca fibras que son comunes, porque evoca recuerdos, porque muestra realidades que a veces pasan inadvertidas, porque nos alerta, nos sacude, nos conmueve.
El autor se ha sumrgido en su propia obra para esoger aquellas piezas que constituyen un jardín determinado en el que el autor se muestra al espectador, como un espejo de si mismo, ehcho de realidad
Grupo Editorial Sial Pigmalión, S.L. 9788415916871
En los cuentos del autor hay un deseo de recuperar un tiempo mítico, un tiempo sin espacios y casi, sin cronologías. Sont iempos que nos habland e otras costumbres, de otras épocas, un tiempo de juegos compartidos. Cuentos que hablan de la infancia desde la perspectiva de la infancia.
Santiago A. López Navia (Madrid, 1961) compagina la creación literaria con la enseñanza universitaria, la investigación filológica (centrada en el cervantismo y la retórica) y la labor editorial. Es autor de trece libros de poemas y uno de relatos. Su obra poetica, difundida en revistas y publicaciones colectivas y recreada por musicos, cantautores y grupos musicales, ha sido traducida al hebreo, al frances, al bulgaro y al arabe. 25-33 es una evocacion de los padres del autor en la primera casa familiar de su barrio, situado en la periferia de Madrid. Aunque escrito desde la ausencia, el libro no refleja el duelo, sino el amor y la gratitud con los que rinde homenaje al ejemplo de su padre y de su madre, a quienes recuerda en su vida sencilla de todos los dias, artifices generosos y entregados de una historia comun. Con la mirada del niño que vive en el, el poeta vuelve a su infancia y revive algunos de los momentos mas importantes en la construccion de su identidad, de la que forman parte los numeros de su bloque y de su vivienda, con los que el hogar compartido se graba en su memoria.
Los padres de la oratoria te descubren cómo la elocuencia y la correcta expresión te conducen al éxito.A pesar de que vivimos en la sociedad de la imagen, nadie puede negar la perdurable autoridad de la palabra. La habilidad oratoria, tan necesaria para docentes, estudiantes, politicos, juristas y profesionales cualificados, no es un don: se alcanza con el trabajo, la disciplina y el estudio, en particular de las enseñanzas que proceden del legado grecolatino, cuyos pasajes esenciales se han reunido en esta obra.El lector sabra extraer de las maximas que componen El arte de hablar bien y convencer, fruto del privilegiado magisterio de Platon, Aristoteles, Ciceron y Quintiliano, consejos de gran utilidad para hablar con buen estilo y buen criterio, mostrar seguridad en el uso de la palabra y desplegar los recursos adecuados para convencer a su auditorio, aumentando asi su prestigio y obteniendo un mayor exito personal y profesional.
Deslindes. El título no solo evoca la existencia de una línea divisoria, sino la operación, necesaria, de señalar su localización precisa. Deslindar no es, a fin de cuentas, sino tomar conciencia de que existen limites, aceptarlos y actuar en consecuencia. Sabernos limitados produce inevitablemente melancolia, pero puede ser tambien -lo es en este libro de Santiago A. Lopez Navia- una invitacion a vivir intensamente en el territorio que tras el deslinde queda determinado como irrenunciablemente nuestro. Hablamos aqui -habla aqui el poeta- no tanto del espacio como del tiempo. La linde que el poeta esta pisando en este libro es la que marca la entrada en el manriqueño arrabal de senectud: es el momento, entonces, de inventariar, de hacer balance, de resignarse estoicamente a despedirse de lo que se tuvo, pero tambien de hacer acopio de energia para afrontar, con fuerzas renacidas, la ultima etapa del camino. Cesar Rodriguez de Sepulveda
Los padres de la oratoria te descubren cómo la elocuencia y la correcta expresión te conducen al éxito.A pesar de que vivimos en la sociedad de la imagen, nadie puede negar la perdurable autoridad de la palabra. La habilidad oratoria, tan necesaria para docentes, estudiantes, politicos, juristas y profesionales cualificados, no es un don: se alcanza con el trabajo, la disciplina y el estudio, en particular de las enseñanzas que proceden del legado grecolatino, cuyos pasajes esenciales se han reunido en esta obra. El lector sabra extraer de las maximas que componen El arte de hablar bien y convencer, fruto del privilegiado magisterio de Platon, Aristoteles, Ciceron y Quintiliano, consejos de gran utilidad para hablar con buen estilo y buen criterio, mostrar seguridad en el uso de la palabra y desplegar los recursos adecuados para convencer a su auditorio, aumentando asi su prestigio y obteniendo un mayor exito personal y profesional.