Víctor Juan

Un puñado de predicaciones en el desierto.Un florilegio de jautadas.Mis oraciones y versos del caminante.El libro de horas de este obispo copto vuestro que soy.Mi cuasi-autorretrato impresionista.Mi manera de decirte que te quiero.Un breviario de buenas intenciones.Un prontuario de zaragocismo.Un manual de supervivencia.

Finalista Premio Novela Corta Ciudad de Barbastro, 2006. Un profesor que trata de recuperar el pulso de su vida en Huesca –una ciudad recién estrenada para él- se aventura a escribir la historia de a

Víctor Juan (Zaragoza, 1964) de clase en el edificio de la antigua Escuela Normal de Magisterio de Huesca y dirige el Museo Pedagógico de Aragón desde su creación en 2006. Ha publicado artículos y libros sobre historia de la educacion, y es tambien autor de algunos cuentos y de cuatro novelas.Cuando abro la caja y las diecinueve notas de La ultima rosa del verano inundan de ternura la habitacion en la que ahora mismo escribo, recuerdo a Ramon Acin y Conchita Monras, a Maria Sanchez Arbos y Jose Manuel Ontañon, a Katia y Sol, y renuevo con Paco Ponzan la promesa que hizo en las paginas de Nuevo Aragon en marzo del 37: "No te defraudaremos. Tus hijas, Katia y Sol, veran en cualquiera de nosotros un pedazo tuyo".

Marta es la historia de un reencuentro, de un primer amor recuperado treinta años después, cuando los protagonistas, Marta y Javier, creen que nada puede alterar la rutina de sus vidas. Marta es un alegato contra la resignacion y la tristeza.El escenario en el que transcurre la novela es Zaragoza, la antigua ciudad en la que vive y sueña el autor de Marta.Victor Juan defiende el valor de las palabras. Con palabras nos entendemos, nos encontramos, nos enamoramos y con palabras procuramos cambiar el mundo.Algunas veces, un pequeño detalle, una decision tomada en un segundo, como leer un correo electronico, sonreir sin venir a cuento, aceptar un beso o entrar en una farmacia cuando esta a punto de cerrar puede cambiar el rumbo de nuestra existencia.

El día que Juan Jover dejó su trabajo como asesor financiero, el mundo que él mismo había construido durante los últimos veinticinco años, se desmoronó. La vida es un complicado castillo de naipes. Cuando una carta cae, pueden caer muchas. Juan Jover volvio a Zaragoza con la vida en ruinas, con unas pocas ilusiones y con el disparatado proposito de abrir una libreria.Victor Juan convierte la Libreria Jover en el escenario por donde desfilan distintos personajes, que llegan a la libreria como si los hubiera arrastrado hasta alli el cierzo. Protegidos por el silencio de los libros, cuentan sus deseos, sus sueños, sus miedos, su manera de sobrevivir y de buscar la felicidad ... Quiza solo pretenden entenderse un poco mejor a si mismos y combatir con palabras la soledad, la tristeza y el dolor que, a veces, ponen cerco a su existencia.Ademas, en Libreria Jover hay una historia de amor que combina ternura, sensualidad y erotismo, protagonizada por una mujer, a quien todos llaman Angel, y el librero Juan Jover. Como es habitual en la narrativa de Victor Juan, el escenario en el que transcurre Libreria Jover es Zaragoza, la ciudad en la que viven casi todas las personas que mas quiere.

«Más allá del artista, del profesor, del militante anarcosindicalista o del escritor, la mejor obra de Ramón Acín es su manera de ser y de mirar la realidad, un modo de entender el mundo que proyectó

Tú eres antes que todo recoge la correspondencia entre Ramón Acín y Conchita Monrás, editada y prologada por Víctor Juan (especialista en historia de la educación y director del Museo Pedagógico de Aragon) y presentada en un album con reproducciones facsimilares de todas las cartas y postales. El epistolario destila la creatividad, agudeza y sensibilidad que caracterizaron la vida personal y profesional del artista. En sus cartas encontramos confesiones, ilusiones, su manera de pensar el uno en el otro, sus deseos y sus memorias, las bromas y las palabras que no representaban nada hasta que ellos las llenaron de significado. Esta correspondencia nos asoma a su intimidad sin que nos duela, sin que sintamos que estamos atravesando un territorio privado que no conviene desvelar.

Novela de Víctor Juan sobre memoria, dignidad y esperanza. Los protagonistas apuestan por el futuro sin renunciar al pasado, en una historia íntima y luminosa.