Virtudes Olvera (Girona, 1974) pasó los primeros años de la infancia en Cataluña hasta que sus padres decidieron regresar a Granada. Él de Cádiar, ella de Pitres, echaban de menos su tierra.
Después de licenciarse en Derecho, ejerció como abogada en su propio despacho profesional, hasta que opositó al Ayuntamiento de Granada, del cual hoy es funcionaria.
Tras toda una vida como lectora y narradora de historias, comenzó a escribir y en 2019 ganó el Concurso de Cuentos de la revista Adiós Cultural (Madrid) y en 2020 quedó finalista del Concurso de Relatos de Ideal y del Certamen de Micorrelatos Javier Tomeo.
Ha sido guionista y actriz del grupo de teatro amateur Cutre Chou, actriz en el cortometraje Reinvention-K 365D y co-guionista del cortometraje Reinas, ambos del director Pepe Luis Pareja.
Formada en los talleres de Cristina Gálvez, Alfonso Salazar, Olalla Castro y Jesús Ortega, actualmente se encuentra «secuestrada» por la escritura de su primera novela.
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Mamíferos está repleto de bellísimos hallazgos de un estilo en el quepredomina lo orgánico, en los que lo nostálgico le gana la batalla a losórdido para hacer brotar el lirismo. Una revisión dela memoria colectiva, a la par que un ingente trabajo de arqueologia delalma humana, o de lo que el alma humana conserva de instinto animal.Antonio TocornalUna inolvidable galeria de personajes tiernos y terribles. Mediante unaprosa que ajusta con precision el registro adecuado para cada pasaje,desde el vuelo poetico al neorrealismo mas documental, Mamiferos nosda cuenta de aldeas, barriadas y vencidos, del corazon del hombre y lairremediable soledad de los debiles. Los relatos de Olvera nos devuelventodo el aroma de las viejas historias que un dia nos marcaron.Carlos CastanVirtudes Olvera Lopez es una de las mejores cuentistas de su generacion.Sus historias son joyas viscerales, tajos palpitantes y perfectos, arrancadosdel costado mas aspero de la vida.Rodrigo Blanco Calderon
¿Y si a las miserias y al dolor humano se les pudieran poner voz? ¿Y si esa voz fuera femenina, punzante y sin tapujos?Como una narradora omnisciente, la autora se rompe, sin prejuicios, ante el vuelo de los pajaros que nos acechan y ante como el pasado se convierte en un presente lapida.Una prosa vivencial que, sin pretender serlo o fingidamente adrede, nos despierta del letargo de sobrevivir con el peso de nuestra propia vida para recordarse a si misma que lo pasado, pisado: sigamos la vereda.En definitiva, un clamor con tanto que decir como cicatrices que contar. Oigamosla pues, para un mejor autoacercamiento. Leamosla pues, ya que indudablemente sus palabras son lo que tenemos que escuchar aunque duela(n) porque, como ya es sabido, Hay golpes en la vida, tan fuertes ¡Yo no se!.