En este libro el autor explora algunos tramos de la historia filosófica para mostrar cómo desembocan en una hermenéutica analógica. Así, analiza la relación de la metafísica con la hermenéutica en la Edad Media, la cual nos hace ver que toda teoria de la interpretacion requiere una ontologia. Pasa despues al cruce de la logica medieval con la renacentista, a traves de Thomas Murner y su juego didactico; señala las influencias del pensamiento del Medioevo en la Modernidad, a traves de Francisco Suarez; y la manera en que el racionalismo de Escoto y el empirismo de Ockham llegaron a los modernos. Se aborda despues el tema de la extraña dialectica de Teilhard de Chardin, controvertido jesuita evolucionista y notable paleontologo; y en seguida, rastros de la herencia de Kant en epistemologos recientes. Se llega finalmente a la hermeneutica analogica, con aplicaciones de este instrumento interpretativo a la filologia, a la filosofia de la cultura y a la filosofia politica, tratando de que sea un discurso por la paz.
Salomón Ibn Gabirol (1022-1069), filósofo y uno de los más insignes autores de poesía sagrada nacido en Málaga y formado en la taifa de Zaragoza, consiguió armonizar en su excepcional obra el pensamiento neoplatonico y los postulados aristotelicos en el concepto de hilemorfismo universal, que recoge La Fuente de la Vida, escrita en arabe y traducido al hebreo y, en el siglo XII, al latin y al castellano.En el esquema filosofico de Ibn Gabirol, el ser humano ocupa una posicion intermedia desde la que puede elevarse hasta la Voluntad por medio de su esfuerzo intelectual y de un proceso de perfeccion adecuado. Para ello, el filosofo judio malagueño escribio, tambien en arabe, su Correccion de los caracteres, que es la propedeutica necesaria para ese perfeccionamiento ascendente.Casi olvidado por sus contemporaneos, el pensamiento de Ibn Gabirol tendria una gran acogida por parte de los escolasticos agustinianos a pesar del rechazo de los filosofos tomistas, y su legado intelectual acabaria propagandose por toda la Europa medieval, donde seria conocido como Avicebron o Avincebrol.
Este volumen recoge las lecciones dictadas por el autor en las Gifford Lectures de 1931, en la Universidad de Aberdeen. A menudo se piensa que la Edad Media posee una literatura y un arte bien reconocibles, pero carece de filosofia propia. Pero de igual modo que el arte o la literatura medieval tiene fundamentos anteriores, igual sucede con la filosofia. En este caso, el autor la presenta como la filosofia cristiana por excelencia, penetrada por la tradicion griega y capaz de producir una vision del mundo especificamente cristiana. El espiritu de la Filosofia Medieval es una de las obras imprescindibles para entender los presupuestos filosoficos que dieron origen a la vision cristiana del mundo y de la vida.