¡Sólo por opinar entras en el sorteo mensual de tres tarjetas regalo valoradas en 20€*!
(1) comentario
(1)
(0)
(0)
(0)
(0)
1 opiniones de usuarios
juanenriquesoto
04/09/2013
Bolsillo
Terminé de leer Volverás a Región, de Juan Benet. Catalogada como una obra tan fundamental en español como de difícil lectura, Volverás a Región se me ha antojado toda una verdadera experiencia lectora, de esas que según se leen, te recorre un escalofrío de dicha y placer ante un texto de calidad sublime. Región se convierte en una tierra inhóspita que alberga, sin embargo, a una gente obstinada en extraerle el poco fruto que sus salvajes terrones pueden dar a cambio de mucho sudor. Situada al norte de España, es sacudida por la Guerra Civil, decantándose sus habitantes por ser fieles al bando republicano. Se convierte así en un reducto donde solo vale la guerra de guerrillas y el diezmo de las tropas por hastío más que por estrategia. Dos personajes, un hombre y una mujer, conversan una noche cuando ella regresa ya en su madurez a rendir cuentas con ella misma y con la implacable tierra que hizo de ella, como de todos, unos seres que olvidaron emocionarse y vivir. Recuerdan ambos las décadas pasadas y la esterilidad, tanto humana como territorial, de Región, de modo que la dureza que reflejan el lugar y sus habitantes fluye por las manos que sujetan el libro y penetran en el corazón del lector, sobrecogido por unas biografías que arden magmáticas aunque sus miradas sólo muestren un vacío existencial. "... y casi todos los muebles habían desaparecido tras haber dejado en la pared la huella de su espalda; todo a lo largo del pasillo en crisis, sobre el suelo de mosaico, corría un reguero de manchas de cal, el rastro de un fantasma herido que hubiera huido por el ventanal del fondo". "Ya no le quedaba otro patrimonio que un paquete mediado de cigarrillos -los suficientes para desechar toda idea de suicidio". Estos son fragmentos absorbentes que dan una idea, cabal pero minúscula, de la maestría de Benet para hacernos sentir el polvo en la garganta de los montes estériles, la claustrofobia de sus habitantes a cielo abierto o la asfixiante melancolía de sus paisajes, naturales o edificados, para crear una atmósfera de tormenta y resignación en sus personajes. Región es una tierra sin esperanza en cuyo corazón está prohibido penetrar porque todos los habitantes de Región quieren quedarse solos con sus terribles secretos y dolores del alma. Para aquel que ose curiosear, queda el guardián al acecho, tan eficaz que solo precisa un disparo, porque hay territorios, nos hace saber Benet, que es mejor olvidar. Si el lector se entrega con libertad y concentración al texto, sabiendo que el viaje le exigirá sacrificio y tenacidad, Volverás a Región le entregará a cambio una de las más impactantes aventuras de leer que se pueden experimentar en castellano. Simplemente, magistral. Pero claro, todo esto no es sino una opinión, mi opinión. He leído la edición de Debolsillo de 2011, de 336 páginas.