Entre 1910 y 1955, el mapa de instituciones artísticas del país cambió drásticamente. De unas pocas entidades radicadas en Buenos Aires se pasó a una amplia red de museos y academias en todo el territorio nacional. El Noroeste fue una de las regiones donde la institucionalizacion tuvo mayor intensidad: en esos años se fundaron museos y escuelas de arte en Tucuman, Salta, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja. El proceso involucro a artistas tradicionalistas y de vanguardia; a gobiernos conservadores, radicales y peronistas. Pese a las diferencias, tuvieron en comun el interes por la region y sus imaginarios visuales.Este libro cuenta una historia de esas instituciones artisticas del Noroeste con el objetivo de saldar una deuda aun pendiente: integrar esta geografia a los debates sobre la historiografia del arte argentino. Lo hace desde una concepcion del desarrollo social en la que el acceso a la cultura tiene un rol crucial. La fundacion de museos y academias tuvo el objetivo de sellar, en el plano simbolico, la modernizacion de una nacion reunida.