Entrevistas desopilantes y reveladoras de la genial cronista argentina a personajes como Martín Karadagian, Silvina Bullrich, José Bianco, Marta Minujín, Silvina Ocampo, Jorge Porcel, Juana Bignozzi, Blanca Cotta, Maria Elena Walsh, Emma Barrandeguy, Jorge Luz, Daniel Santoro, Sara Facio, Miguel Briante, Maitena y Lohana Berkins.Iniciada en el arte sutil de la observacion, la pregunta y la escucha en el conventillo del barrio de Once que regenteaba su abuela, Maria Moreno se jacta de haber realizado alli su mas excelsa labor: siendo todavia una niña, acorralo a un vecino al que le faltaban las dos piernas -"Un entrevistado dificil, apatico, tal vez bromista"-, que rehuyo cada embate respondiendo "No se". En aquel antecedente, la autora detecta una forma despojada, lejos del neobarroco que la identificaria años mas tarde como leyenda en las redacciones. Parte fundamental de su excepcional obra de cronista, estos dialogos -montados sobre estrategias que van del acoso a la seduccion, de la timidez al retraimiento guarango- son una obra literaria mayor con personajes reales mas o menos celebres que le permiten aventurar teorias y desplegar su particularisimo universo. En esta edicion ampliada de Vida de vivos brilla su sagacidad para captar un gesto o una palabra y su estilo expresa un interes genuino por el misterio que anima a las demas personas.La critica dijo:El desparpajo de la que inventa una teoria propia mientras hace su arte: pura libertad y talento, Maria Moreno sabe preguntar y escuchar desde cachorra. Y despues, poner una palabra atras de la otra hasta darnos lo que nadie: la atencion, la sorpresa, eso singular que hay en cada uno. Maria es la mejor de todos nosotros.Gabriela Cabezon CamaraSomos muchos los que consideramos a Maria Moreno la mejor cronista argentina de todos los tiempos y una de las voces documentales mas lucidas de la lengua, entre otras hiperboles razonables.Jorge Carrion, The New York TimesLa escritura es para MM la version amorosa de lo que eran para Foucault los archivos judiciales del siglo XVIII: el lugar problematico donde "los irrescatables" -MM dixit- son interrogados y hablados, pero asi y todo hacen oir, acaso por unica vez, algo parecido a una voz, una voz hecha de todo lo que nadie quiere escuchar, lo que se ningunea por idiota o irrelevante, lo que se rechaza por defectuoso, balbuceante o excentrico.Alan Pauls
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