Realismo, misterio y fantasía conforman este volumen de relatos en el que encontramos muchos de todos los grandes temas de la obra Luigi Pirandello. Una obra en la que los relatos constituyen la parte quizá más desconocida y sin embargo son de una calidad comparable a la de su teatro y sus novelas y, al igual que uno y otras, dan fe de su permanente modernidad. El conjunto que contiene el volumen De la nariz al cielo es una magnífica prueba de ello, representativa de la las cualidades del genial Nobel de 1934.
Luigi Pirandello (Agrigento 1867-Roma 1936) está considerado como uno de los más grandes dramaturgos del siglo xx, además de un antecedente de las comedias absurdas de Ionesco y Beckett y del existencialismo sartriano. Asimismo, es autor de novelas, poesía y libros de relatos. Muchos de estos últimos, imprescindibles para comprender su particular visión del mundo y del ser humano, fueron convertidos por el propio Pirandello en obras teatrales. La publicación en 1921 de Seis personajes en busca de autor le hizo mundialmente conocido. En 1934 obtuvo el Premio Nobel de Literatura.
Ficha técnica
Traductor: Elena Martínez
Editorial: Gadir
ISBN: 9788494945045
Idioma: Castellano
Número de páginas: 249
Tiempo de lectura:
5h 53m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 30/10/2018
Año de edición: 2018
Plaza de edición: Es
Alto: 18.5 cm
Ancho: 12.5 cm
Grueso: 1.2 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Luigi Pirandello
Luigi Pirandello (1867–1936) nació en Agrigento (Sicilia). Escribió poesía (Elegías romanas, Mal alegre…), las novelas La excluida (1901), El difunto Matías Pascal (1904), Los viejos y los jóvenes (1913); los relatos reunidos bajo el título Cuentos para un año; el ensayo El Humorismo (1908-1920) y las obras de teatro Así es ‒si así os parece‒ (1917), Cada cual a su manera (1924), Enrique IV (1922), Esta noche se improvisa (1930) y, su obra más célebre, Seis personajes en busca de autor (1921), que dejó a más de uno rascándose la cabeza al romper con todas las reglas del teatro tradicional y liberarlo de las convenciones del realismo, anticipando a Anouilh, Sartre, Ionesco y Beckett. Su estilo desconcertante y su forma de desmontar la verdad como si fuera un rompecabezas le valieron el Premio Nobel de Literatura en 1934, dos años antes de su muerte en Roma por una pulmonía.