El Golem, de Gustav Meyrink, tiene su origen en el conjunto de leyendas de la Cábala judía sobre la creación artificial de vida mediante el poder evocador de las letras. El ser artificial de la novela de Meyrink vuelve a la vida cada 33 años y vive en una habitación sin acceso situada en algún lugar del laberinto del ghetto de Praga. El Golem se erige como una figura de doble significado: de un lado, representa el doble del protagonista, Athanasius Pernath; de otro, la conciencia colectiva del ghetto, que anuncia la guerra y la destrucción. La novela aparece envuelta en una atmósfera onírica y angustiosa, donde se mezclan lo visible y lo invisible, el sueño y la realidad, a través de la cual Pernath se esfuerza por superar las esferas materiales para alcanzar el reino espiritual. El resultado es una obra fascinante, de una confusión caótica, rodeada de una atmósfera inimitable, con un final más que sorprendente, que sólo puede cautivar la imaginación del lector.
Ficha técnica
Traductor: Alfonso Ungria
Editorial: Valdemar
ISBN: 9788477021094
Idioma: Castellano
Número de páginas: 208
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 01/01/2002
Año de edición: 1994
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Valdemar Gotica
Valdemar Gotica
Número: 15
Alto: 24.0 cm
Ancho: 16.0 cm
Peso: 500.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Gustav Meyrink
Nació en Viena, en 1868. Tuvo una infancia y una adolescencia conflictivas por ser hijo natural de un ministro wurtemburgués. Se sabe que trabajó primero en un banco y que estuvo a punto de suicidarse. Mientras frecuenta los círculos esotéricos de Praga, Munich y Viena, publica sus escritos sobre estos temas en la revista Simplizissimus. Se interesó siempre por los fenómenos paranormales y, en El dominio blanco (1921), escribió:“Se aproxima la hora en que el espiritismo va a cubrir la humanidad como una meca pestilente”. Corresponsal de Kafka y Thomas Mann, terminó sus días, al correr del año 1932, acusado de herejía: su nombre figuraba en las primeras listas negras de los nazis. Toda la obra de Gustav Meyrink es una constate búsqueda de lucidez, de la elucidación de los oscuros vericuetos de la actividad oculta y negada del hombre. Sus novelas más importantes son, además de las citadas, El rostro verde (1916) y El túnel en la ventana de Occidente.