Cuatro fueron los textos que Walter Benjamin consagró
a la obra de Franz Kafka. Su lectura e interpretación
de la prosa del escritor checo han generado un torrente
de comentarios y glosas. Y hoy, a los cien años de la
muerte de Kafka, resultan indispensables. Si su escritura
sigue siendo una necesidad, un enigma y un reto, la elegante y rigurosa lectura que acomete Benjamin, la interpretación que elabora en diálogo con intelectuales de
la talla de Adorno, Scholem o Brecht, hace del legado
kafkiano un diagnóstico eficaz, que atraviesa épocas.
No sólo los grandes argumentos que ocuparon a Kafka
están presentes en estos textos; casi todos los temas que
interesaron a Benjamin, todos los grandes motivos que
despuntan en su obra, se alojan en estas imprescindibles
páginas requeridas por la obra de Kafka: el derecho
y la justicia, la historia, el lenguaje, el mito, el arte, la
literatura, la religión, la ciudad, la culpa, la experiencia,
la sociedad, la herencia o la técnica.
Benjamin muestra en estas brillantes páginas la potencia
de la literatura. Y el compromiso de la crítica, que
se convierte aquí en un ejercicio de responsabilidad.
En arte
Ficha técnica
Editorial: Abada Editores
ISBN: 9788419008909
Idioma: Castellano
Número de páginas: 148
Tiempo de lectura:
3h 27m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 26/11/2024
Año de edición: 2024
Especificaciones del producto
Escrito por Walter Benjamin
Walter Benjamin (Berlín, 1892 - Portbou, 1940) es uno de los pensadores alemanes más originales e influyentes del siglo XX. Se dedicó con el mismo rigor al análisis literario y estético y la teoría filosófica, enriqueciendo todos los campos con conceptos provenientes de la sociología, el materialismo histórico y el misticismo judío. Vinculado a la Escuela de Frankfurt, aunque excluido de la nómina debido al esoterismo —la transversalidad— de su aplicación de la crítica marxista, la existencia de Benjamin transcurrió en los márgenes. El establecimiento del Tercer Reich le obligó a exiliarse en Francia y, de ahí, intentar pasar a España. La persecución nazi creó para él, según escribe en su nota de suicidio, «una situación sin salida»… El 26 de septiembre de 1940 ingirió una dosis mortal de morfina.