Jimeno Jurío no hace falta presentarle piensa que el hombre es la única cosa importante, que hay que conservar en dignidad, libertad y felicidad. Pero Jimeno Jurío piensa, además, que se deben conservar al servicio del hombre, para su cultura y espiritualidad, muchos recuerdos de la vida anterior que, rápidamente, se esfuman en Navarra.
Jimeno Jurío es increíble. Nadie sabe cómo puede llegar a tanto rincón, a tanto papel antiguo, a tanta persona guardadora de consejas. Y tiene humildad y el buen gusto de aproximarse a todo lo pequeño para hacernos la historia cercana, humana y aleccionadora.Al airico de la tierra es el comienzo de unos Anales del Reino en miniatura que se irán desarrollando progresivamente sobre el Santoral y el Año Agrícola, los dos inveterados ritmos humanos.
Miguel Javier UrmenetaDe primeras digo que éste no es libro menor, aunque de menudencias esté hecho, pedacitos de rompecabezas que juntos y reunidos explican e identifican a un pueblo, el nuestro, con sus creencias y descreencias, sus ritos, la historia, las historias, y entretejen la urdimbre de lo que somos. Una veta riquísima aflorando a su aire. La intrahistoria unamuniana, que aun cuando desdeñada por la pompa fría y pretendidamente aséptica del historiador al uso, profesor de cátedra, permite explicarnos muchas cosas que sin ella...