El arte griego nace y se desarrolla entre los siglos VIII y II a.C. fruto de las invasiones doria, macedonia y romana de la Península Helénica.
La arquitectura griega se concentra principalmente en los templos y santuarios. Son de estructura simple y faltos de monumentalidad, destinados no a la concentración de los fieles, sino a albergar la representación antropomórfica de la divinidad a la que está consagrado.
El templo dórico es el más antiguo e importante, aunque de mayor elegancia y esbeltez es el jónico. El corintio no puede considerarse un orden arquitectónico, sino una variación del jónico.
Lamentablemente y, debido al expolio y los destrozos, el estudio de la estatuaria original griega es un trabajo bastante difícil, teníendonos que remitir a copias romanas, de inferiro calidad y en materiales diferentes, lo que les priva de los vivos colores de los originales. El siglo V. a. C. es sin duda la edad dorada de la escultura griega, que tiene en Mirón, Fidias y Policleto sus máximos exponentes.