En esta revalorizada y redescubierta Ramala, Barguti, el escritor del exilio y la desposesión, se encuentra otra vez a sí mismo -pero sólo para descubrirse desplazado una y otra vez. Basta con sufrir la primera experiencia del destierro para sentirse desterrado para siempre. Así, a pesar de los momentos de jovialidad y euforia, esta novela del retorno describe más el exilio que la vuelta a la patria. Aquí reside la dimensión trágica de esta novela y su sugerente precariedad.PRESENTACION DE EDWARD W. SAID
Ficha técnica
Traductor: Ig Gutiérrez de Terán Gómez-benita
Editorial: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo
ISBN: 9788487198830
Idioma: Castellano
Número de páginas: 256
Tiempo de lectura:
6h 3m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 24/10/2002
Año de edición: 2002
Plaza de edición: España
Colección:
Memorias del Mediterráneo
Memorias del Mediterráneo
Número: 14
Alto: 21.0 cm
Ancho: 12.5 cm
Grueso: 1.5 cm
Peso: 325.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por MURID BARGUTI
el 5 de junio de 1967, el día que los árabes perdieron la guerra y el día que aparecía en la revista Al-Masrah su primer poema publicado, ese día se convirtió en un desplazado, un exiliado, un extraño. «Desde aquel año ‒ha afirmado en alguna ocasión‒ todo lo que hacemos es temporal… hasta que se aclaren las cosas… y en esas seguimos». La década del 67 al 77 fue un tiempo de idas y venidas entre Egipto, Kuwait, Líbano y Jordania. Entre 1967 y 1970 dio clases en la universidad de El Cairo. En 1970 contrajo matrimonio con la novelista y profesora egipcia Radwa Ashur . Al año siguiente se trasladó a Kuwait, donde enseñó en la facultad de Industriales. De regreso a El Cairo dio clases a estudiantes de Derecho, se matriculó en el Instituto de Estudios Árabes para especializarse en la historia del sionismo, y trabajó como presentador y comentarista político en la emisora Radio Palestina en la capital de Egipto, primero; y en Beirut, más tarde (1975). En 1977 nació su único hijo, Tamim, hoy politólogo y poeta muy reconocido. Ese año, la víspera de la visita de Anuar El-Sadat a Israel, Murid Barguti fue detenido, esposado y deportado de Egipto, dejando atrás a su mujer y a su hijo de cinco meses. Se trataba de una deportación preventiva, producto de una delación cometida por un compañero de la Unión de Escritores Palestinos, cuyo nombre nunca ha querido revelar. Esa separación duraría diecisiete años: Ammán, Bagdad, Beirut, Budapest…