Antes de morir en la erupción del Vesubio, Plinio escribió una obra colosal que, para nuestro asombro,
resulta hoy increíblemente moderna. Su Historia Natural, en el año 77 de nuestra era, es la primera
gran recopilación enciclopédica de la Antigüedad acerca de la Naturaleza y el mundo que nos rodea,
desde las constelaciones de estrellas hasta los insectos. Plinio el Viejo ya escribía entonces que la Tierra
era redonda. Sabemos lo que representan las distintas esculturas preservadas de aquellos lejanos días
gracias a que él las describió con sumo detalle (pues de otro modo nos sería imposible). A través de sus
páginas percibimos la importancia de la figura de Plinio, el erudito, militar y científico que falleció en
la erupción que sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano en el año 79, y con él, la insospechada
actualidad de una fascinante obra sobre la Naturaleza que, igual que hace dos mil años, nos sigue
interpelando sobre temas tan actuales como el papel depredador del hombre en la Tierra, las
maravillas de nuestro planeta y la necesidad de salvaguardar el legado natural del que formamos parte.
Xosé Antonio López Silva, un consumado experto en filología clásica, nos acerca en este
estimulante libro las prodigiosas aportaciones de Plinio a la Historia Natural, revelando al perplejo
lector que su inmenso caudal de conocimiento no ha envejecido un ápice.
«Plinio compromete toda su personalidad y todo su corazón en esta inmensa investigación a propósito
de la Naturaleza. (...) Y ello con una lengua, una prosa, que durante siglos se ha considerado, cuanto
menos, el mejor contrapunto del estilo ciceroniano». SANDRA RAMOS MALDONADO
«No es ya un autor (…) sino toda una biblioteca». LUIS VIVES