En noviembre de 1944, cuando la guerra en Europa estaba llegando a su fin, el gobierno Británico accedió finalmente a enviar una brigada de cinco mil voluntarios judíos desde Palestina para combatir contra el ejército alemán. En un momento en que los judíos estaban siendo masacrados sin piedad, estos soldados con la Estrella de David cosida en las mangas de sus uniformes, demostraron al mundo que su pueblo también podía presentar batalla.