Tras su inquietante encuentro con la mujer de blanco, el joven profesor de dibujo Walter Hartright viaja a Cumberland para dar clases a dos hermanas, Laura y Marian. Pero los agradables días en Limmeridge House acaban con la llegada del prometido de Laura y con la sorprendente reaparición de la misteriosa mujer de blanco y su turbadora advertencia. En La mujer de blanco -un auténtico best seller desde su primera publicación-, el lector se ve arrastrado por un suspense continuo gracias a la destreza narrativa de Wilkie Collins y a los portentosos retratos de sus personajes. A través de una trama prodigiosa que se desarrolla paulatinamente mediante los relatos de sus principales testigos, los oscuros secretos se irán desvelando.
Ficha técnica
Editorial: Debolsillo
ISBN: 9788497595513
Idioma: Castellano
Número de páginas: 816
Tiempo de lectura:
19h 35m
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 17/03/2003
Año de edición: 2003
Plaza de edición: Barcelona
Alto: 19.0 cm
Ancho: 12.0 cm
Peso: 600.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Wilkie Collins
(8 de enero de 1824, Londres - 23 de septiembre de 1889, Londres) William Wilkie Collins fue un novelista, dramaturgo y ensayista inglés, iniciador de la novela de detectives. La primera obra de Collins fue una biografía de su padre, el pintor William Collins, un año después de su muerte, en 1848. A partir de ahí empezó a escribir ficción, y en 1851 conoció a Charles Dickens, con el que entabló una gran amistad que duró hasta la muerte de este último, basada en la mutua admiración y la colaboración.
Las personas que estudiaron las vidas de ambos personajes coinciden en que ambos genios se influyeron mutuamente: Collins desarrolló su sentido del humor y afiló su talento para la caracterización de personajes; mientras que Dickens construyó tramas más sólidas y con mayor suspense.
Dicha habilidad para el suspense y para la creación de atmósferas de misterio destaca en las obras maestras de Collins: La mujer de blanco, Sin nombre y La piedra lunar. En ellas, Collins estableció las bases de la novela detectivesca, de la que luego bebieron infinidad de autores, entre ellos Agatha Christie y Arthur Conan Doyle.