Sinopsis de LAS PALABRAS NUNCA ESTÁN AHÍ CUANDO LAS NECESITAS
En 1959, hace dos tercios de siglo, Ingmar Bergman proclamaba en uno de sus textos más célebres, comentados y estudiados: "Yo soy cineasta, no escritor, el cine es mi medio de expresión, no la palabra escrita. No quiero escribir novelas, cuentos, ensayos, biografías o artículos sobre temas diversos. Ni siquiera quiero escribir teatro". Aquella conferencia legendaria, "Cada película es mi última película", ve la luz por fin en español en este libro junto a sus textos de naturaleza ensayística más importantes. Una publicación que desdice a su autor, aunque él mismo se desmintiera una y otra vez con los hechos a lo largo de su vida, hasta llegar a la frenética actividad literaria que emprendió ya septuagenario. "Desconfío de las palabras. Siempre he desconfiado. Las palabras se ocultan en los rincones, vuelan cerca del techo, como moscas". ¿De dónde nace este recelo? ¿Procede del mismo venero que su precoz necesidad de autoafirmación como artista? Paradójicamente, mientras gira alrededor de sus temas esenciales, este libro se empeña en iluminar lugares que parecían condenados al misterio, y lo hace mediante la palabra. Juguetón con los formatos, Bergman siembra el libro de autoentrevistas y conversaciones ficticias. Sufre con la incomprensión del público. Aprende "con dificultad
Ficha técnica
Traductor: Marina Torres
Editorial: Fulgencio Pimentel Sl
ISBN: 9788419737458
Idioma: Castellano
Número de páginas: 352
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 10/11/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: Logroño
Alto: 20.0 cm
Ancho: 14.3 cm
Peso: 566.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Ingmar Bergman
Ingmar Bergman (Uppsala, 1918 - Fårö, Gotland, 2007). Cineasta, guionista y escritor sueco. Considerado uno de los directores de cine clave de la segunda mitad del siglo xx, es para muchos una de las personalidades más eminentes de la cinematografía mundial. En su obra se hace patente la influencia de dos dramaturgos: Henrik Ibsen y, sobre todo, August Strindberg, que le introdujeron en un mundo donde se manifestaban los grandes temas que tanto le atraerían, cargados de una atmósfera dramática, agobiante y desesperanzada. Entre los numerosos galardones que recibió, habría que destacar el Oso de Oro del Festival de Berlín en 1958 por Fresas Salvajes, el Óscar a la mejor película extranjera en 1961, 1962 y 1983 por El manantial de la doncella, Como en un espejo, y Fanny y Alexander, respectivamente; la Placa de Oro de la Academia Sueca, en 1958; el premio Erasmus, en Holanda, en 1965, y en 1975 el doctorado honorífico en Filosofía de la Universidad de Estocolmo.