Los tres ensayos que componen esta obra, hasta ahora inéditos en nuestro país, son tres de las aproximaciones más interesantes que se han escrito sobre el fenómeno de la Mafia. La Mafia como producto del latifundio, del feudalismo y de la presencia colonial española.Al abolirse los derechos feudales, a comienzos del siglo XIX, los grandes propietarios y sus administradores conservaron el completo dominio sobre la vida local, en especial a partir de 1848, cuando consiguieron que la seguridad de los campos fuese confiada a cuerpos de guardianes privados de los que surgieron los mafiosi (hombres de honor). Los miembros de los distintos clanes mafiosos emplean una serie de «códigos de honor», inviolables, de los cuales el más conocido es la omertá o ley del silencio.Con el paso del tiempo estos administradores o cuerpos de seguridad privada fueron desplazando a la aristocracia en su papel hegemónico.
Ficha técnica
Editorial: Autor-editor
ISBN: 9788461353934
Idioma: Castellano
Número de páginas: 468
Tiempo de lectura:
11h 11m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 27/10/2009
Año de edición: 2009
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Entrelíneas
Entrelíneas
Peso: 661.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Alexis de Tocqueville y Gaetano Mosca
Alexis de Tocqueville (París, 1805-Cannes, 1859). Destacó por sus ideas liberal-repúblicanas y su lúcida reflexión sobre la democracia moderna. Escribió La Democracia en América (1835-1840) que fue consideradada rápidamente como obra maestra. Llegó a ser ministro de Asuntos Exteriores en 1849. Su protesta contra el golpe de Estado de Napoleón III le llevaría a abandonar la vida política y a escribir su segunda obra maestra El Antiguo Régimen y la Revolución (1856). Es ampliamente reconocido en la actualidad como un clásico imprescindible para pensar a fondo la realidad presente y futura de nuestras democracias.
El profesor Gaetano Mosca, cuya Historia de las ideas políticas presenta al público de habla española la Editorial Reus, nació en Palermo el 1 de abril de 1858, de modesta familia perteneciente a la clase media burguesa. Se doctoró en Derecho en 1881, y el mismo año publicó en la Revista Europea su tesis doctoral sobre los factores de la nacionalidad. Es un trabajo incompleto, pero en el que ya pueden advertirse los gérmenes del método que desde entonces habrá de ser adoptado constantemente por el autor. Después de doctorarse, Mosca siguió durante un año el curso complementario político-administrativo en la Universidad de Roma. La permanencia de casi un año en esta ciudad y el contacto con los maestros cuyos cursos siguió (Messedaglia, Salandra, Palma), influyeron mucho sobre la formación intelectual del joven discípulo. En 1884, Mosca, para no ser gravoso a su familia y para subvenir a los gastos de publicación de sus trabajos, aceptó el encargo de las enseñanzas de Historia y Geografía en una Escuela Técnica de Palermo. En 1886, ante la falta de profesor titular, fue encargado de la enseñanza del Derecho constitucional en la Universidad de Palermo. De 1887 a fines de 1895, la carrera científica de Mosca, aparentemente, hizo un alto en el camino: durante este período hay una sola publicación suya. A finales de 1895 se publicaron los Elementos de ciencia política, fruto de varios años de trabajo; esta publicación valió a Mosca el nombramiento, por concurso, de profesor extraordinario de Derecho constitucional en la Universidad de Turín. Como resultas de un nuevo concurso, fue más tarde nombrado profesor ordinario en la misma Universidad, y después en la de Padua. En 1902 fue llamado para enseñar Derecho constitucional y administrativo en Milán, en la Universidad Bocconi, y de 1902 a 1904 estuvo también encargado de la enseñanza de la Economía política en la Universidad de Turín. En 1908, Mosca fue elegido Diputado; sentóse a la derecha y fue uno de los seis diputados que votaron contra el proyecto de ley para la adopción del sufragio universal y uno de los dos que hablaron en contra. Elegido Diputado en 1908, nombrado Senador en 1919, Mosca fue uno de los oradores más autorizados, tanto en una como en otra Cámara, sobre todo cuando hablaba de asuntos coloniales. En 1907 fue miembro del Consejo Superior de Instrucción Pública, una vez por nombramiento ministerial y otra por el voto unánime de las Universidades italianas.