Sinopsis de OBSERVACIONES SOBRE LA EXPLICAION DE LA MENTE HUMANA
En 1647 publica Regius un pasquín con el programa Explicación de la mente humana o del alma racional, que incluye la exposición de lo que es y de lo que puede ser. Henry de Roy (Henricus Regius Ultrajectinus), el más destacado representante de la nueva filosofía que había sido presentada en El Discurso del método, eligió este formato con el fin de colocarlo en las puertas de los templos para facilitar su lectura. Hasta tal punto interesaron sus lecciones que los estudiantes obligaron a crear una segunda cátedra de medicina para él en la Universidad de Utrecht; en 1639 Regius pasó a ser profesor ordinario de medicina teórica y botánica, y gozaba de la confianza de Descartes.
La publicación de este programa marcó el distanciamiento entre Regius y Descartes. Éste responde con la obra aquí publicada, en la que se enfrenta a las tesis claves de su propio pensamiento a la vez que expone una dura descalificación de Regius y de su obra Fundamenta Physicae. Las tensiones surgidas no fueron ajenas al deseo de Descartes de evitar la virulencia de los filósofos y teólogos. De hecho, llega a preguntar a Regius «¿qué necesidad existe de negar abiertamente las formas substanciales y las cualidades reales?.
Ficha técnica
Traductor: Guillermo Quintás Alonso
Editorial: Krk Ediciones
ISBN: 9788483676592
Idioma: Castellano
Número de páginas: 112
Tiempo de lectura:
2h 35m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 22/12/2019
Año de edición: 2019
Plaza de edición: Es
Colección:
Cuadernos de pensamiento
Cuadernos de pensamiento
Número: 34
Alto: 17.0 cm
Ancho: 12.0 cm
Grueso: 1.0 cm
Peso: 150.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por René Descartes
Nació en 1596 en La Haye, Turena (Francia). Junto a los típicos estudios clásicos, Descartes estudió matemáticas y escolasticismo, con el propósito de orientar la razón humana para comprender la doctrina cristiana. Estuvo muy influido por el Catolicismo. Se licenció en Derecho en la Universidad de Poitiers, sin embargo, nunca ejerció la profesión jurídica. En 1649 Descartes fue invitado a la corte de Cristina de Suecia en Estocolmo para dar a la reina clases de filosofía. Aquí murió en 1650 de una pulmonía. Diecisiete años más tarde, su cadáver volvió a París, donde fue sepultado.