ROMANICO Y BIZANTINO (DESCUBRIENDO EL ARTE)

En torno al milenio el Occidente europeo había avanzado mucho en el camino iniciado tras el fraccionamiento del mundo tardorromano. Las estructuras feudales, el establecimiento de un sistema de gobierno unitario que proporcionó una relativa tranquilidad y la consolidación de determinados reinos, proporcionaron el clima ideal para la reactivación de las manifestaciones artísticas. Por otro lado, la Iglesia, uno de los protagonistas nucleares de la época, que pretendía establecer una paz universal en todas las tierras cristianas, y de forma muy significativa algunas órdenes monásticas de carácter reformista, como Cluny, colaboraron en ello.