Retórica
Este mundo se anega en oraciones
de una vieja sintaxis.
Ya no caben
en los libros de texto, en los altares.
Serpientes que se arrastran
sin tiempo de mudar de piel.
Pisamos su veneno.
Este mundo se encharca de vacío.
Faltan la paz y el agua.
El aire se ha viciado de incumplidos propósitos.
Sobran tambores, procesiones, reclamos luminosos.
Faltan mendrugos de pan o de ternura.
En una selva de sintagmas
el mensaje aguarda su momento de gloria.
Intenta trepar con ligereza
por los troncos que aún exhalan vida.
Dentro se ha instalado el silencio.
Este mundo se ahoga en un suspiro.
Algunas palabras podrían alejar la tormenta,
servirnos de baliza.
Gracias. Perdón. Albricias.
Hay palabras de carne renacida.
Viven y mueren.
Nos imitan.