Esta cita de HÚlÞne Cixous que he elegido para comenzar revela algo mßs que la estrecha relaci¾n que mantiene el poder con las palabras y encierra, por ello, la clave para la comprensi¾n de las que dieron en llamarse ½teorÝas feministas de la traducci¾n+. La he escogido precisamente por eso, pues lo que me gustarÝa intentar con este libro es (hacer) comprender. Quiero explorar estas propuestas con una nueva mirada que englobe su nacimiento, sus porquÚs, sus verdades y sus mentiras —o, al menos, las que se le han atribuido—, y el proceso por el cual se elevaron a la figura de mito como ejemplo ·nico y radical de conexi¾n entre el feminismo y la traducci¾n. En las pßginas que siguen pretendo entenderlas, intentar tornarlas inteligibles, revisarlas crÝticamente descolocando y recolocßndolo todo, y extraer de ellas las ense±anzas que puedan servir a·n, si bien adaptadas, en el siglo XXI. Siempre tildadas de polÚmicas, sospecho, y de ahÝ mi empe±o, que nunca han llegado a conocerse bien, multidimensionalmente, como si hasta ahora s¾lo hubieran sido planas y con dos caras: la buena y la mala. Por eso, si al lector le interesa conocer sus detalles, sorprenderse y reflexionar; si muestra, a priori, una disposici¾n a contemplarlas desde otras perspectivas, a correr incluso el riesgo de poder llegar a cambiar de opini¾n, le invito a que contin·e leyendo.