Juan de Palafox era hijo natural de Jaime Palafox y Mendoza, marqués de Ariza. Abandonado por su progenitor, se ocupó de él un campesino vasallo de la familia hasta que, al cumplir los diez años de edad, fue reconocido por el marqués. Ingresó en el colegio de San Gaudioso de Tarazona (Zaragoza) y, posteriormente, fue alumno de las universidades de Huesca, Alcalá de Henares y Salamanca, por la que se doctoró en leyes. Fue eclesiástico, escritor y administrador colonial español, siendo su función principal la de obispo de Puebla de los Ángeles. En 1642 desempeñó durante unos meses los cargos de virrey y arzobispo de México. En el transcurso de su tiempo en México reformó los estudios universitarios y también reivindicó los intereses comerciales y políticos de los criollos en oposición al sistema tradicional de privilegios y vasallaje defendido tanto por los jesuitas como por los virreyes más afines a la Corona. Se enfrentó en particular con el duque de Escalona y el conde de Salvatierra. Al volver a España (1649) ocupó el obispado de Osma. Palafox fue un escritor fecundo. Entre sus textos, además de La conquista de la China se cuentan las cartas enviadas al papa sobre el contencioso mantenido con los jesuitas, muchas de ellas destruidas por éstos. Algunos títulos de su autoría son Sitio y socorro de Fuenterrabía y sucesos del año 1638; El pastor de noche buena, práctica breve de las virtudes, conocimiento fácil de los vicios; Peregrinación de Philotea al santo templo y monte de la Cruz; Varón de deseos en que se declaran las tres vías de la vida espiritual; Trompeta de Ezequiel a curas y sacerdotes; y Bocados espirituales, políticos, místicos y morales. Finalmente, en los últimos años de su vida también tuvo la oportunidad de ordenar y proporcionarle su comentario a la primera edición de las cartas de santa Teresa de Ávila publicadas en 1658 por Diego de la Presentación, O.C.D. Sus obras completas fueron publicadas en quince volúmenes en 1762.