Se publican aquí, por primera vez, los Diarios de Abelardo Castillo, brindando así al lector acceso a esta escritura íntima, privada, que acompañó desde sus inicios la vida y la obra de uno de los más notables y leidos escritores argentinos.Castillo comenzo a llevar un diario a los dieciocho años, con la temprana decision de convertirse en escritor. En estas paginas, el autor ha anotado circunstancias de su vida cotidiana, pero sobre todo pensamientos, comentarios a lecturas literarias y filosoficas, preocupaciones politicas, y las ideas y textos iniciales que luego se convertirian en cuentos, novelas u obras de teatro.Este primer volumen, que abarca desde 1954 hasta 1991, refleja sus años de formacion solitaria -que pueden leerse como una verdadera novela de iniciacion-, la lucha por su independencia material y creativa, el gran suceso de Israfel, su pasion por la musica y el ajedrez, sus relaciones amorosas, el conflictivo vinculo con el alcohol, los claroscuros de su amistad con Ernesto Sabato, los encuentros con Borges y Cortazar, su labor al frente de las revistas culturales que encabezo, asi como la genesis y fragmentos ineditos de sus novelas Cronica de un iniciado y El que tiene sed, y de un gran numero de sus cuentos y ensayos.Los Diarios, cuya publicacion constituye sin duda un acontecimiento literario y editorial, iluminan y complementan la obra de un escritor fundamental, aportan valiosas reflexiones sobre la literatura, el arte y el proceso creativo, y dan cuenta de gran parte de la vida cultural argentina de la segunda mitad del siglo XX.La critica ha dicho...Los diarios de un escritor suelen ser estilizaciones, al fin y al cabo, de los pensamientos hechos al borde de la vida, en los momentos de suspension, en las pausas, los parentesis. Estos diarios de Abelardo son, parecen ser, los resuellos, los rastros de la fatiga, las meditaciones entre lineas de un hombre en posicion de combate, alguien que, como el Megafon de su querido Marechal, se preparo para una guerra que parece que nunca va a producirse pero un dia, si, llegara.Claudio Zeiger, Pagina 12 (Radar)
Ver más