Ricardo es hijo único. Juan, su padre, un humilde campesino que labró su fortuna emigrando a Madrid, inicia la novela confesando sus temores hacia los malos instintos de su vástago, que considera heredados de su abuelo, condenado a la horca por asesino. El peso de la herencia genetica, un tema muy caro al naturalismo, asi como la controversia entre Ciencia e Iglesia, anima desde la primera de sus paginas el tremendista relato de Sawa, que continua describiendo con profusion de escenas descarnadas el dificil primer parto de Rafaela, recien desposada con ese criminal nato que, dada la imposibilidad de su mujer para volver a hacer vida marital, acabara entregandose a los brazos de una prostituta. Con ella ideara un plan para deshacerse de su esposa, un crimen legalSevilla, calle de San Pedro Martir, dos placas recuerdan el nacimiento de Manuel Machado y de su luego amigo Alejandro Sawa, el escritor que acabaria sus dias convertido en el personaje de Max Estrella, protagonista del inmortal drama Luces de bohemia de su buen amigo Valle-Inclan.De la capital hispalense a Malaga, y de ahi a Madrid, donde, entre 1885 y 1888, dara a conocer seis novelas adscritas a la orbita del naturalismo radical, pero influidas todavia por un aire de romanticismo social -su admirado Victor Hugo- que no habria de abandonarle nunca. Poco despues viajara a Paris, y sus calles se convertiran, a partir de ese momento y por espacio de varios años, en un nuevo hogar que, a su regreso a Madrid, evocara de forma mitica, un tiempo en el que experimentara tambien una profunda metamorfosis literaria. Atras queda ya su programa naturalista, al que no volvera jamas, pero del cual este Crimen legal, editadoen el 150 aniversario de su alumbramiento sevillano, es un magnifico ejemplo.Amelina Correa Ramon es catedratica de Literatura Española en la Universidad de Granada y miembro de la Academia de Buenas Letras de dicha ciudad. Autora de numerosas monografias, diccionarios, antologias y ediciones anotadas, ha estudiado en profundidad la vida y obra de no pocos escritores olvidados, como Alejandro Sawa, sobre el que ha publicado diversos articulos, asi como el volumen Alejandro Sawa y el naturalismo literario (1993) y su biografia Alejandro Sawa, luces de bohemia (2008), Premio Antonio Dominguez Ortiz, encargandose igualmente de la edicion critica de su obra completa para la Biblioteca Virtual de Andalucia y del rescate de dos novelas breves suyas, La sima de Iguzquiza e Historia de una reina (2011), a las que se une ahora Crimen legal.
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