El narrador viaja a Berlín con intención de conocer la ciudad y seguir a las mujeres adultas de la literatura europea del siglo XIX, de las que se declara enamorado más allá del tiempo y la ficción. Una novedad es que el narrador es ciego, por lo que en el relato cobran importancia todos los sentidos, salvo el de la vista.
El viaje como descubrimiento y rememoración, como proyección de la propia biografía. Todo eso, y más, puede ser un viaje; depende de quién lo haga, de cómo lo haga, por qué y para qué lo haga. Alfonso Corominas nos brinda una manera diferente de conocer Cordoba y Granada en la que el oido, el tacto y el olfato nos descubren una nueva dimension de las dos ciudades mas arabes de Occidente. Con esos medios describe un viaje real a la capital califal y otro imaginario a Granada, en los que se mezclan la emocion del presente con los recuerdos de esos lugares que ha visto y ya nunca podra ver; pero, ¿acaso no sucede lo mismo en cualquier viaje? El recorrido por Cordoba y Granada que Corominas nos ofrece se convierte asi en otra manera de descubrir la esencia y los tesoros de las dos ciudades andaluzas, y se transforma en este libro de viajes, que hoy presentamos, en el que no se renuncia a la belleza de la luz porque ese resplandor de Andalucia vive en su cultura y sus costumbres.
El viaje como descubrimiento y rememoración, como proyección de la propia biografía. Todo eso, y más, puede ser un viaje; depende de quién lo haga, de cómo lo haga, por qué y para qué lo haga.Alfonso Corominas nos brinda una manera diferente de conocer Cordoba y Granada en la que el oido, el tacto y el olfato nos descubren una nueva dimension de las dos ciudades mas arabes de Occidente. Con esos medios describe un viaje real a la capital califal y otro imaginario a Granada, en los que se mezclan la emocion del presente con los recuerdos de esos lugares que ha visto y ya nunca podra ver; pero, ¿acaso no sucede lo mismo en cualquier viaje?El recorrido por Cordoba y Granada que Corominas nos ofrece se convierte asi en otra manera de descubrir la esencia y los tesoros de las dos ciudades andaluzas, y se transforma en este libro de viajes, que hoy presentamos, en el que no se renuncia a la belleza de la luz porque ese resplandor de Andalucia vive en su cultura y sus costumbres.Eso si, cuando uno es ciego debe buscarla con la sensibilidad, el buen animo y el humor con que lo hace Alfonso Corominas que, dotado de una gran capacidad narrativa, utiliza para ello todos los recursos. Incluso el de lograr que Alfred Hitchcock haga un cameo mas de los tantos que hizo en el cine y se convierta en un inesperado y sorprendente compañero de su Viaje a la luz.