La concreción de las llamadas nuevas políticas públicas -con el retroceso del estado en sus responsabilidades históricas- produjo en la Argentina situaciones de crisis inéditas. Existen muchos estudios acerca de los ciudadanos en tiempos de represión, pero no tantos acerca de los efectos del neoconservadurismo en el habitante común. Tarea a la que este texto se dedica especialmente, así como a registrar y abrir juicio de valor acerca de las nuevas formas de contención que emergieron -o se sobredimensionaron- en las prácticas políticas ante el retroceso del estado: clientelismo, nuevas-viejas formas de ser lo patriótico, una dramática urbana nueva con múltiples usos sociales del espectáculo. Hasta sería posible imaginar que se instaló una ideología de la �sospecha� aparentemente sin represor externo. Se traduce en prácticas sociales cotidianas que legitiman la exclusión, el mercadeo y la lucha entre pares, entre otras. Al marcar estos acentos sociales el texto no teme ser normativo: intenta dar cuenta de complicidades que, con la apariencia de juego democrático, en verdad vienen reinstalando solapadamente nuevas formas de autoritarismo. Pensar qué modalidades va adquiriendo este autoritarismo de fin de siglo especialmente en las ciudades y cómo se hacen cargo -o no- de estudiarlo las ciencias sociales es una preocupación que atraviesa todo el libro.
Los periodistas hoy son una suerte de historiadores del presente. Contrariamente a los vaticinios de su extinción como fuerza de trabajo reemplazable por circuitos informáticos, las funciones de algunos periodistas se han ampliado en relacion proporcional al descredito de las tareas de politicos, jueces y gobernantes. Por el protagonismo social que despliega, por los nuevos escenarios sociales, la profesion periodistica merece planteamientos no triviales. Periodistas: entre el protagonismo y el riesgo reune una seleccion de trabajos latinoamericanos presentados al I Encuentro Iberoamericano de Enseñanza de Periodismo, organizado por la Asociacion de Facultades Argentina de Comunicacion Social en la Universidad de Buenos Aires, con el auspicio de la Federacion Latinoamericana de Facultades de Comunicacion Social (FELAFACS), la Fundacion Konrad Adenauer y la Union de Trabajadores de Prensa (UTPBA). Con la presencia de distintas vertientes del periodismo y la preocupacion por recrear la vision critica, asi como por registrar las demandas de la sociedad, sus capitulos tratan los temas de tecnologias de la informacion, etica, generos, politica, investigacion, estilos, derecho, medios y procesos culturales, asi como diversas experiencias de trabajo y formacion. Compilacion de Alicia Entel.
¿Existirá aún la posibilidad de un nuevo modo de la humanidad capaz de superar la alienación y proclamar una nueva aisthesis o sensibilidad que conjugue satisfacción de necesidades materiales y existencia no mutilada en los más diversos órdenes? ¿Podrá pensarse nuevamente la felicidad no sólo como troce efímero e instantáneo sino como estado de la humanidad en una nueva cultura? ¿Cómo pensar la felicidad si al mismo tiempo no se tematiza la libertad? ¿Cuál ha de ser el lugar del arte en la imaginada sociedad futura? ¿Qué entiende Marcuse por solidaridad que propicia la creación de una nueva erótica social? Con estas preocupaciones el libro realiza un recorrido por tres textos de Herbert Marcuse: Sobre la crítica del hedonismo , Acerca del carácter afirmativo de la cultura y La nueva sensibilidad . Conocidos y estudiados en la cátedra universitaria, despiertan reflexiones que merecen mayor difusión. Se preguntan, por ejemplo, por el carácter político de la división sensible/inteligible o cuerpo y espíritu. O bien por qué se legitimó la idea de que la felicidad auténtica debe buscarse en un ámbito espiritual supuestamente superior o tal vez en otra vida. Por que el arte burgués encierra la paradoja de propiciar el instante de felicidad pero, al mismo tiempo, tranquiliza el anhelo de los rebeldes .El texto reconoce el carácter romántico de la utopía marcusiana de una solidaridad social forjada a partir de la no aceptación de lo existente, pero encuentra de gran vigencia la reivindicación de los movimientos sociales, así como la experiencia de la negatividad como alimento para imaginar la sociedad futura, tal vez con la conciencia de que estemos atravesando un nuevo romanticismo.Cono señala la autora como quien deshace el camino y busca huellas, como quien considera valiosa la perspectiva de pensar en términos de una nueva erótica social, no evocamos los textos marcusianos como mero ejercicio teórico, aunque lo sabemos valioso, sino como apuesta del pensamiento, tal vez romántica, en r