El juego simbólico es una experiencia vital de la infancia que posibilita transformar, crear otros mundos, vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así aprender a pensar como los otros, a sentir como los otros y, en definitiva, a saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia. Es un juego libre y autonomo, apenas necesita condiciones, aunque se enriquece si los espacios, objetos o tiempos de dedicacion son propicios para que aparezca. No precisa de la intervencion de los adultos, aunque a veces una mirada que demuestre interes lo favorece y otras, lo inhibe. No necesita que se enseñe (los verdaderos expertos en juego simbolico son los niños y niñas), aunque seria importante que tuviera mas presencia en la planificacion educativa de la etapa 0-6 años.
El juego simbólico es una experiencia vital de la infancia que posibilita transformar, crear otros mundos, vivir otras vidas, jugar a ser otros, y así aprender a pensar como los otros, a sentir como los otros y, en definitiva, a saber que existen formas de pensar y sentir diferentes a la propia. Es un juego libre y autonomo, apenas necesita condiciones, aunque se enriquece si los espacios, objetos o tiempos de dedicacion son propicios para que aparezca. No precisa de la intervencion de los adultos, aunque a veces una mirada que demuestre interes lo favorece y otras, lo inhibe. No necesita que se enseñe (los verdaderos expertos en juego simbolico son los niños y niñas), aunque seria importante que tuviera mas presencia en la planificacion educativa de la etapa 0-6 años.