Como con todas las disciplinas jurídicas novedosas, la ambiental está, hablando en román paladino, todavía "a medio hacer". Ello posiblemente es debido a esa misma novedad, ya que apenas empieza a perfilarse como tal disciplina en los años sesenta. Todo ello sin olvidar su fuerte caracter expansivo, debido a que el "ambiente" lo es todo. Tal es asi que el Derecho ambiental no solo no ha dejado de crecer desde entonces, sino que se habla incluso de la "ecologizacion" del resto de disciplinas juridicas. Sin duda todos contaminamos, y sin descarte, aunque justo es admitir que las empresas lo hacen en mayor medida, sin olvidar la incidencia en esta materia de frecuentes practicas de corrupcion.Todo ello explica la aparicion de una gran cantidad de nuevas conductas irregulares ligadas al ambiente, pero tambien a la empresa, tales como el greenwashing o las gestiones ambientales engañosas, que con frecuencia acaban siendo delitos. Lo mismo cabria decir de la creciente variedad de delitos ambientales completamente desconocidos hasta los años ochenta (urbanismo, ordenacion del territorio, trafico de residuos, emisiones de determinados gases a la capa de ozono, etc.) y con un fuerte componente empresarial. Y por si todo ello fuera poco, figuras tambien novedosas e incluso legalmente rompedoras, como el compliance o la due diligence, tienen a su vez cabida en lo ambiental y son consecuencia, en parte, de la reciente incorporacion en la Union Europea de la responsabilidad penal de las personas juridicas. Es decir, de las empresas, cuya incidencia en el tema es constante, aunque si bien con importantes y sorprendentes matices.Pues bien, la clarificacion de tales aspectos -sin duda muy complejos- constituye el objeto del presente libro, en una situacion en la que rol de la Administracion publica en el tema es, con frecuencia, cuestionable y que el ciudadano de a pie, con su ya intocable zona de confort, no ayuda en modo alguno a que esa situacion "a medio hacer" deje definitivamente de serlo.
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