Se juzgará el reinado de Isabel II con crítica severa; en él se verá el origen y embrión de no pocos vicios de nuestra política; pero nadie niega ni desconoce la inmensa ternura de aquella alma ingenua, indolente, facil a la piedad, al perdon, a la caridad, como incapaz de toda resolucion tenaz y vigorosa, doña Isabel vivio en perpetua infancia, y el mayor de sus infortunios fue haber nacido reina y llevar en su mano la direccion moral de un pueblo, grande obligacion para tan tierna mano. Fue generosa, olvido las injurias, hizo todo el bien que pudo en la concesion de mercedes, y beneficios materiales; se revelo por un altruismo desenfrenado, y llevaba en el fondo de su espiritu un germen de compasion impulsiva en cierto modo relacionado con la idea socialista, porque de el procedia su afan dedistribuir todos los bienes de que podia disponer, y de acudir a donde quiera que una necesidad grande o pequeña la llamaba. Era una gran revolucionaria inconsciente, que hubiera repartido los tesoros del mundo, si en su mano los tuviera, buscando una equidad soñada y una justicia que aun se esconde en las vaguedades del tiempo futuro. Benito Perez Galdos, abril de 1904
Allá por el año 1520 gobernaba en los reinos de la Monarquía Hispánica un joven rey, don Carlos, criado en Flandes y desconocedor de los usos y costumbres de sus vasallos españoles. Carlos repartió beneficios y prebendas entre sus nobles flamencos orillando a la nobleza y al clero hispano. El rey Carlos aspiraba tambien a la corona del Sacro Imperio y al morir su abuelo, el emperador Maximiliano, se postulo como su sucesor. Para ello hubo de gravar con nuevos impuestos a los castellanos. Este y otros abusos e injusticias acabaron con la paciencia de las ciudades castellanas que se levantaron en abierta rebelion contra el joven monarca. Las ciudades se agruparon en una junta y desafiaron al poder del rey, pero no a la monarquia. Ellos luchaban contra la injusticia y a favor de la comunidad y del bien comun. La unica posibilidad de legitimar su apuesta era que la reina Juana I de Castilla, la madre del rey, recluida en el palacio de Tordesillas, fuese restaurada en su trono, que le correspondia por derecho. La Santa Junta de las ciudades levanto un ejercito para liberar a la reina Juana. El rey Carlos no podia permitirlo, recurrio a la ayuda de los grandes de España. El conflicto estaba servido, los campos de Castilla no tardaron en verse asolados por la guerra de las Comunidades.