«Creo haber llevado a cabo, con ayuda de mis amigos, una de las más difíciles obras de la historia de España», escribió Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897). Y tenía razón. Como artífice de la Restauración, consiguió abrir una nueva etapa en la historia del régimen liberal en España, caracterizado desde su inicio por la inestabilidad gubernamental, la diversidad de Constituciones y la injerencia del Ejército en la política. Entre 1876 y 1923, en España rigió una sola Constitución, la de 1876, y el Ejército no interfirió en el acceso al poder de unos partidos políticos que, dirigidos por personalidades civiles, se sucedieron pacíficamente. Cánovas aplicó una actitud realista e integradora que consideraba consustancial del espíritu conservador: «no pretender nunca que se aplique a la realidad más que aquella parte del ideal que las circunstancias necesariamente favorezcan », en lugar de tratar de imponer las propias ideas»en todo momento y de cualquier manera.
La vida de Alfonso XII fue corta, intensa y apasionada. Su infancia transcurrió en el Palacio Real de Madrid, su adolescencia en el destierro de París, Ginebra, Viena y el sur de Inglaterra; su juventud, en el trono. Como rey de España, desde diciembre de 1874, supo adaptarse perfectamente al papel de monarca constitucional que Antonio Canovas del Castillo -autor del proyecto politico de la monarquia restaurada- previo para el. El rey contribuyo positivamente a la realizacion de aquel proyecto que significo la consolidacion del sistema liberal en España y, gracias a ello, un largo periodo de paz, crecimiento economico, libertad politica y modernizacion cultural. La siguiente narracion basada en documentos de la epoca, en buena parte ineditos hasta ahora, y de las mismas palabras de los protagonistas, siempre que ha sido posible, trata de ofrecer un conocimiento preciso de la biografia de uno de los monarcas mas atractivos de la historia de España.