Durante la Edad Moderna la ciudadela de la Alhambra que durante siglos fue emblema del poder y la cultura nazarí, simbolizó la nueva autoridad de la corona castellana, y funcionó no sólo como ciudad palatina y recinto de caracter militar sino como una ciudad en pequeño, con una estructura productiva, comercial, residencial y festiva similar a la de otras urbes de la epoca, con una importante actividad constructiva que mantuvo ocupados durante muchas decadas a un buen numero de canteros, albañiles, carpinteros, herreros, etc., empleados en la construccion del palacio de la Carlos V y en el mantenimiento de las casas reales nazaries.
La Alhambra, el monumento más emblemático de la cultura nazarí, tuvo una próspera y prologada vida también bajo la corona castellana en los siglos XVI y XVII, momento en el que se construyó el palacio de Carlos V y otros edificios singulares de la fortaleza. Durante este periodo en la Alhambra, que fue sede de la Capitanía General del Reino de Granada, se desarrolló una intensa actividad económica, social, cultural, y doméstica de la que participaron las mujeres. Este libro trata de reconstruir el perfil biográfico de algunas de aquellas mujeres, pertenecientes a distintos estamentos sociales, que con sus diferentes ocupaciones construyeron a la par que los hombres la historia de la Alhambra en la Edad Moderna.
La Alhambra ha sido objeto de múltiples miradas a lo largo de la historia. Desde el siglo XVIII la mayoría de los estudios sobre el monumento se centraron en la época nazarí y en el legado artístico hispanomusulman. El fervor orientalista y el interes por lo exotico incentivaron a un buen numero de viajeros a visitar la Alhambra y a relatar su experiencia alentando asi aun mas el interes por el monumento y el legado islamico. En la Edad Moderna, sin embargo, la Alhambra fue apreciada fundamentalmente como simbolo de la unidad politica, cultural y religiosa conseguida por la Monarquia despues de la conquista de 1492. Las investigaciones centradas en este periodo historico irremediablemente han de ser testigo de este nuevo rol simbolico asignado a la Alhambra, que de algun modo se pone de manifiesto tambien en el programa de obras reales llevado a cabo en la ciudad palatina desde el reinado de los Reyes Catolicos hasta el siglo XVIII.
Durante el reinado de los Austrias, la Alhambra recibió un buen número de artistas de procedencia diversa, tanto españoles como italianos y flamencos, que introdujeron en la ciudadela y en el panorama artistico granadino las formas renacentistas y posteriormente las novedades del Barroco, logrando que la Alhambra se convirtiese en una destacada empresa artistica de la Corona y de los Mendoza como alcaides de la fortaleza, y que su historia, lejos de languidecer al final el periodo nazari, viviera una etapa de renovado esplendor gracias a la creacion de destacadas obras de ornamentacion escultorica y pictorica, asi como de vidrieras, ceramica, y elementos de carpinteria y mobiliario destinados a enjoyar conforme al gusto de la epoca tanto las casas reales nazaries como las habitaciones y el palacio de Carlos V.