La figura gigante de Karol Wojtyla se inicia en la villa polaca de Wadowice, su lugar de nacimiento, punto de encuentro de Europa Occidental y Europa Oriental. Su formación se desarrolló entre la doble cultura romana y bizantina lo que, tal vez, explique su vision amplia de la historia de la humanidad, que para el poeta, actor, sacerdote, obispo, cardenal y luego Papa, es la historia de la esperanza, la historia de la salvacion del hombre, la historia de la Verdad que pregona por los confines de la tierra en un mundo que parece quedarle pequeño.Eusebio Ferrer nos ofrece una apasionante biografia escrita con estilo agil y ameno en la que, cual si se tratase de un documental cinematografico, los abundantes datos y hechos adquieren vida y nos descubren los sentimientos, el pensamiento y el alma de Juan Pablo II.El autor ha sabido compaginar la amenidad con la rigurosidad e igualmente, entrelazar el profundo pensamiento de Juan Pablo II con su azarosa vida. Con objetividad, agudeza, y agilidad periodistica nos ofrece el retrato del Papa del siglo XX que mas años ha ocupado la sede de San Pedro. A traves de sus Enciclicas, documentos, escritos, entrevistas, viajes... cumple su mision de Apostol y es fiel guardian de la doctrina, que tan bien define el titulo de esta biografia, como Pregonero de la Verdad.
La biografía necesita de rigurosidad, pero para ser atractiva precisa asimismo de un estilo ágil y creativo para mantener la constante atención del lector. Aquí se reúne la documentación fidedigna, la garra periodistica y el analisis psicologico, resultado de una verdadera colaboracion de equipo de los tres profesionales que han intervenido, que el lector podra admirar como el trabajo de un solo autor. La historiadora Maria Teresa Puga aporta una serie de interesantes datos sobre veinte infantas de España, en los que el periodista Eusebio Ferrer se apoya para ofrecer sus sugerentes retratos de los que, a su vez, el psiquiatra Enrique Rojas extrae un estudio psicologico.
Cada cónyuge está llamado a ser, por la índole particular de la relación conyugal, el primero y principal educador de su esposo o esposa. Ésta afirmación le compromete a asumir la grave responsabilidad de ayudarle a mejorar como persona, y le obliga a adoptar una serie de actitudes positivas: corregir antes que reprochar; aceptar las diferencias antes que preferir la uniformidad; avanzar en el proceso de adaptación -pasiva y activa- a los fines del matrimonio y a los ámbitos de la convivencia familiar, como son las normas y costumbres, las circunstancias materiales, las otras personas con las que se relacionen los cónyuges, y ellos mismos, en sus diferencias y complementariedades. Este libro está cuajado de ejemplos y anécdotas, lo que le da mucha viveza.