Si el romanticismo es, en efecto, un movimiento reaccionario, pocas veces ha tenido más cabal sentido el término aplicado a un escritor que en el caso de Chateaubriand. Su vida y su obra, tanto literaria como politica, son en esencia una reaccion, Sus libros estan motivados por la nostalgia del pasado, la inadaptacion del presente y la desconfianza ante un futuro amenazador. Sus mejores creaciones, y en particular el Genio del cristianismo, representan el rechazo emotivo, presuroso, apasionado, a las tesis propuestas por la ilustracion y los enciclopedistas. El Genio es obra apologetica y polemica. Mas que contra Voltaire, se dirige contra sus discipulos, que parecen haber heredado su incredulidad sin su talento. Lo que defiende en sustancia son casi mil ochocientos años de cristianismo, met6dica, sarcasticamente (lo que mas le irrita) atacados por el racionalismo de los ultimos cincuenta. No se puede explicar el arte, la literatura, la civilizacion toda occidental sin recurrir a la fecristiana. El Genio representa, en el plano intelectual, la antitesis de la filosofia del siglo de las luces. En el plano poetico, el ensueño romantico. En el vital, el horror ante los estragos que habia causado la revolucion francesa, y en general todas las revoluciones. Se ha dicho pues, pensando en Chateaubriand, De Bonald y otros, que el romanticismo es un movimiento de sentido reaccionario, tanto, lo filosofico y literario, como en lo social y politico. Una oscilaciun del pendulo historico. Quiza sea asi en su conjunto, pero debe recordarse que hay en el un principio de contradiccion interna que permite explicar las mas grandes disimilitudes, las mas desconcertantes paradojas; explicar, en fin, ese inexplicable coraz6n romantico del que hablo el propio Chateaubriand. Nada propicio es el clima de la literatura actual para un escritor como el que nos ocupa; menos aun para .un libro como el Genio del cristianismo. En nuestro tiempo precisamente parece culminar la crisis que motiv6 su creacion. La obra se origina en la angustia de un escritor que ve derrumbarse el mundo de su familia, su infancia, su adolescencia. Esta escrito durante las miserias del destierro despues de haber sobrevivido a un baño de sangre. Esta tambien lleno de la voluntad de creer, de volver a creer en lo que primero vieron los ojos. No es quiza, como pretendia su autor, el fruto de una conversi6n, pero si hay en el un autentico deseo de redimirse mediante la vuelta a la fe integral del pasado. Es tambien un libro sentimental, pintoresco, a trechos falaz y las mas de las veces ingenuo, de hecho pueril en ocasiones.
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