La ciudad es un escenario político de amplias fronteras geográficas y sociales, en cuyo seno se agrandan los retos más tangibles del quehacer cotidiano. También en sus dimensiones culturales y educativas. Un importante componente en los hechos culturales es su concepcion general, su incidencia en lo participativo, lo solidario y lo comunicativo-relacional; su defensa del pluralismo, de la tolerancia y del respeto a las diversas acciones y opciones culturales; la busqueda de un equilibrio entre la eficacia organizativa y la libertad creativa, y su atencion, sobre todo, a las necesidades centradas en la persona como ser relacional y miembro de una comunidad. Desde tales postulados o principios generales, este libro, escrito desde la experiencia y la investigacion, teje una serie de reflexiones alrededor del papel que debe desempeñar la llamada sociocultura en los gobiernos de las ciudades y su accion cultural, resultando un excelente manual para los responsables politicos y tecnicos de las mismas.
La ciudad es un escenario político de amplias fronteras geográficas y sociales, en cuyo seno se agrandan los retos más tangibles del quehacer cotidiano. También en sus dimensiones culturales y educativas.Los tiempos incorporan cambios, y con ellos nuevas miradas hacia la creacion y la accion cultural. Una tarea que las politicas culturales locales parecen asumir con decision en los ultimos años, pautando e impulsando actuaciones en multiples direcciones: la asignacion de recursos e infraestructuras, la habilitacion de servicios y profesionales, la conservacion y difusion del patrimonio cultural, el fomento de la creatividad, la cooperacion y la diversidad cultural, el desarrollo comunitario local, la planificacion estrategica, etc.Un importante componente en los hechos culturales es su concepcion general, su incidencia en lo participativo, lo solidario y lo comunicativo-relacional; su defensa del pluralismo, de la tolerancia y del respeto a las diversas acciones y opciones culturales; la busqueda de un equilibrio entre la eficacia organizativa y la libertad creativa, y su atencion, sobre todo, a las necesidades centradas en la persona como ser relacional y miembro de una comunidad.