El libro empieza con un capítulo en el que se describe la figura y la obra de Ignacio Ellacuría, un hombre a quien su maestro Javier Zuibiri pedía que se quedase a su lado en Madrid, para completar su obra filosofica, pero que opto por encarnarse en el pueblo salvadoreño hasta ser asesinado por los lacayos del dictador, como poco antes lo habia sido Oscar Romero, su amigo. En los cuatro capitulos siguientes el autor analiza la relacion de la filosofia con la liberacion en general y, dentro de la filosofia critica de Ellacuria, como la realidad historica contemporanea constituye no un objeto exterior del pensar sino un fundamento del mismo pensar. El lugar desde donse se piensa da verdad al pensamiento,
Diferentes autores analizan aspectos relevantes para comprender la actualidad del pensamiento de Ignacio Ellacuría, cuando se cumplen los 30 años de su asesinato
Si bien se han escrito una cantidad relativamente grande de artículos y tesis de grado sobre diversos aspectos del pensamiento filosófico de Ignacio Ellacuría, hasta ahora no se cuenta con un estudio sistemático de toda su producción filosófica que muestre la unidad de todos esos aspectos y que defina con claridad lo propio y original de su pensamiento, más allá de lo que pueda haber de la filosofía de Xavier Zubiri, filósofo vasco, de quien Ellacuría fue su amigo y su más estrecho colaborador. Este trabajo, que Ellacuría había redactado en 1976, nos revelaba por primera vez la coherencia y la sistematicidad de todo su esfuerzo filosófico maduro, que comenzó a gestarse desde 1965, cuando terminó y defendió su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid. Dicha tesis, desarrollada sobre la base de la metafísica zubiriana y realizada bajo la dirección personal del propio Zubiri, se convertirá en el punto de partida de la labor filosófica que Ellacuría desplegará en los décadas siguientes y cuya expresión máxima lo constituirá precisamente su Filosofía de la Realidad Histórica. En efecto, en esta obra Ellacuría asume y utiliza positivamente las tesis epistemológicas, antropológicas y metafísicas de la filosofía zubiriana en orden a fundamentar teóricamente el concepto de praxis histórica, pero a la vez con el objetivo político de pensar e iluminar una adecuada praxis histórica de liberación en el contexto latinoamericano frente otras formas de praxis política, que se habían venido desarrollando en el Continente, predominantemente bajo la inspiración del marxismo, y que a los ojos de Ellacuría resultaban parciales e insuficientes por cuanto dejaban de lado aspectos esenciales de la realidad histórica que, como tal, es una unidad estructural, dinámica y abierta, según lo postula la metafísica intramundana de Zubiri. Toda la realidad forma una sola unidad, y la envolvente principal de toda esa realidad es la historia. Ésta,