La rebelión de la Generalidad fue un golpe a la Nación española. Contrariamente a la extendida opinión de que supuso un golpe de Estado, en realidad fue algo más grave. El golpe de Estado tradicional ataca a lo constituido: a la forma del Estado, a la forma de Gobierno o al propio Gobierno para derribarlo. Sin embargo, la agresión de la conjura de las instituciones regionales catalanas se dirigió contra la unidad de lo que sustenta a todo lo constituido y que es lo constituyente: la Nación, la reunión de todos los españoles.Las acciones políticas de los rebeldes nunca recibieron contestación. El Gobierno de España las consintió todas. Su pasividad amparó la escalada de tensión hasta el punto de que el Rey denunció su inacción en un mensaje televisado.Golpe a la Nación. Crónica de una conjura consentida examina los antecedentes que condujeron a la crisis y hace un relato pormenorizado de los acontecimientos de las ocho semanas de la rebelión. Despeja las relaciones de unos hechos con otros, analiza el significado político de cada uno y desnuda el resultado de conjunto.
La sencillez de las cosas es la contundente respuesta a la catástrofe política, social y económica provocada por el régimen de 1978. España no es una democracia, sino una monarquía de partidos estatales. El Estado impide a los ciudadanos elegir de forma libre y directa a su Gobierno. Igualmente, impide que los ciudadanos puedan elegir a sus diputados, todos ellos impuestos por los jefes de los partidos estatales. Esta es la catastrofe y su motor es el sistema electoral proporcional. Las listas de partidos con independencia de que sean cerradas o se abran son el medio por el que la corrupcion se legitima y blinda su impunidad.En La sencillez de las cosas se analizan las instituciones que vertebran el Estado actual, se describen sus males, cual es su origen y como estos afectan a la vida de los ciudadanos. A continuacion propone la solucion que la Republica Constitucional tiene para cada uno de estos males. Todas las soluciones expuestas parten de la libertad con la que nacen todos los ciudadanos y que ha sido secuestrada por los partidos estatales con la complacencia de la corona. El Gobierno solo sera digno cuando su presidente que tambien lo sera de la Republica Constitucional pueda ser elegido en circunscripcion unica de toda España de forma directa y por mayoria absoluta, a doble vuelta si fuera necesario.La eleccion de los diputados solo sera digna cuando cada uno de ellos sea elegido por su nombre en distritos electorales de 100.000 habitantes y por mayoria absoluta, a doble vuelta si fuera necesario. Un hombre, un voto; un distrito, un diputado.La Republica Constitucional separara al fin los poderes del Estado e instituira la representacion politica natural de los ciudadanos.