Homo ludens, del holandés Johan Huizinga, fue el primer libro que abordó el fenómeno lúdico en un marco científico-académico, más precisamente, desde un plano antropológico. En esta obra el autor recorre pueblos y civilizaciones antiguos para sostener el argumento principal de su teoria: la cultura surge en forma de juego, esto es, la cultura, al principio, se juega; lo cual no significa que el juego se cambie o se transmute en cultura, advierte el autor, sino que esta, en sus fases primarias, se desarrolla en las formas y con el animo de un juego. De partida, Huizinga aclara que se ocupa de las formas superiores de juego, las sociales, y no las primarias (de niños o animales jovenes), por contar esas con una estructura definida y estar mas desarrolladas y articuladas. Con el objeto de demostrar que el juego actuo de levadura para configurar las formas de la cultura arcaica, despliega un analisis que abarca diversas manifestaciones culturales que van desde la poesia hasta las reglas de la guerra, pasando por el derecho, la sabiduria, el arte y la danza. En todas, en su momento primario, destaca la competicion ludica, que es el paradigma sobre el cual se apoya el ensayo. Este impulso competitivo se evidencia en vastos ordenes del universo cultural, de las actividades mas simples a las mas complejas, siendole intrinseco el ansia de destacar sobre el resto, sentimiento que se propaga al grupo. La cultura no surge del juego, como un fruto vivo se desprende del seno materno, sino que se desarrolla en el juego y como juego, especifica Huizinga. Asi, lo ludico subyace en los fenomenos culturales, una posicion de trasfondo que alcanza a medida que la cultura evoluciona y se hace mas compleja , pero siempre se encuentra presente, como aspecto irrenunciable de la dimension simbolica del ser humano.
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