JOSE OCTAVIO SANCHEZ MACHUCA

En el momento más álgido de la guerra que sostienen España y Gran Bretaña por los territorios americanos y Gibraltar, Beltrán Ochoa, capitán de Dragones de Pavía participante en el asedio al peñón, se vera envuelto en una terrible situacion derivada de su pesima relacion con el general gobernador, Duque de Crillon. Con la excusa de aprovechar su traslado a las Americas, se le ordena escoltar el equipaje del Principe de Nassau-Orange hasta Jerez, entre el que se remite oculto un documento de vital importancia para los intereses españoles, objetivo del espionaje britanico. La concatenacion de circunstancias conducira a Beltran Ochoa a enfrentarse por enesima vez a Edmond Lynch, su mortal enemigo, resultando este combate, a pesar de su tremendo dramatismo, infinitamente menos doloroso que la lucha contra los sentimientos de su corazon.

Bahía de Gibraltar, 31 de enero de 1782. En pleno asedio a la fortaleza ocupada por los británicos, la Armada española intercepta un documento remitido desde Londres al gobernador de Gibraltar, y previamente sustraído del despacho del conde de Floridablanca, Secretario de Estado y jefe de gobierno de Carlos III. Ante la posibilidad de que existiera una red de espionaje enemiga operando en Madrid, el mando español envía a la capital a Beltrán Ochoa, capitán de Dragones de Pavía, con la misión de descubrir a los miembros de la inteligencia británica. En el desarrollo de su cometido, Beltrán Ochoa se verá envuelto en múltiples situaciones de riesgo propias de la guerra en la sombra, sin que en ningún instante sea consciente de que deberá enfrentarse al amor, la venganza y, lo que es peor, a su propia conciencia.

Nápoles, octubre de 1782. Tras ser reclamado como edecán por el general Álvarez de Sotomayor, embajador especial de España ante la corte de Fernando IV, Beltrán Ochoa, el astuto y singular capitán de Dragones de Pavía, partirá hacia su nuevo destino. La sobrina pequeña del general ha sido secuestrada, y el capitán Ochoa se enfrentará a una delicada misión: encontrar a los secuestradores y rescatar sana y salva a la niña. Pero las cosas se complican cuando empieza a desvelarse un oscuro complot contra los intereses españoles en Nápoles. Inmerso en una trepidante aventura en la que no faltarán inesperados traidores, el poco ortodoxo Beltrán deberá cumplir impecablemente su cometido, desenmascarar a los conspiradores… y reencontrarse con un antiguo pero nunca olvidado amor.

La madrugada del 27 de noviembre de 1781, un contigente de soldados británicos protagonizó un desesperado y audaz golpe de mano sobre las líneas avanzadas españolas, con el fin de destruirlas y retrasar su aproximación al Peñón. La casual presencia en el lugar del ataque del oficial de Dragones Beltrán Ochoa, acabaría por afectar su vida más allá de su hasta entonces prometedora carrera, al transformarla en una caótica sucesión de experiencias personales que le conduciría por los tortuosos caminos del amor, el miedo y el odio, enmarcado todo ello, por si fuera poco, en el intramuros de la fortaleza enemiga.

El profesor Rodrigo Jasper, contratado por el magnate Mahmoud Selemtis, viaja hasta Beirut para realizar un estudio arqueológico de un templo paleocristiano que se haya en el sur del Líbano, en terreno propiedad del magnate. Invitado por este, Rodrigo se aloja en la mansion del mismo y alli conoce a su mujer y a sus hijas, por las que se siente atraido de inmediato. Mahmoud le exige absoluto secreto sobre el templo y le acorta el plazo de entrega del estudio a una semana, porque tiene un comprador para la Basilica.El profesor Rodrigo Jasper, contratado por el magnate Mahmoud Selemtis, viaja hasta Beirut para realizar un estudio arqueológico de un templo paleocristiano que se haya en el sur del Líbano, en terreno propiedad del magnate. Invitado por este, Rodrigo se aloja en la mansion del mismo y alli conoce a su mujer y a sus hijas, por las que se siente atraido de inmediato. Mahmoud le exige absoluto secreto sobre el templo y le acorta el plazo de entrega del estudio a una semana, porque tiene un comprador para la Basilica.

El Gran Sitio de Gibraltar, en pleno reinado de Carlos III, formaría parte de una vasta operación expansionista diseñada por el entonces Secretario de Estado, conde de Floridablanca, cuyos fines básicos se reducían a dos: derrotar a Inglaterra e incrementar cuanto fuera posible las posesiones españolas en Norteamérica. Desde el punto de vista literario, el realismo impregnado en las páginas de estos diarios nos permite trasladarnos a un teatro de operaciones situado en un entorno geográfico único, en el que las virtudes y las miserias humanas se entremezclaron con encarnizados combates navales, actos heroicos y decisiones confusas e inexplicables, a los que casi tres siglos de reposo han convertido en un conjunto narrativo fascinante y de indudable valor histórico.