José Zorrilla, página 2 de 12

La obra cumbre de Zorrilla no se había publicado nunca con una anotación tan amplia y minuciosa como la presente, ni en un texto tan cercano al que el autor dio por definitivo. La edición de Luis Fernández Cifuentes, por otra parte, registra y valora con especial antención las enmiendas, arrepentimientos y dudas de Zorrilla en el camino hacia ese texto definitivo, desde el manuscrito autógrafo, con sus varios estadios de elaboración, hasta la última impresión corregida por el poeta.

Don Juan Tenorio, el drama romántico por excelencia, es una de las pocas obras que han tenido y siguen teniendo una vida auténticamente popular.Difícil sería encontrar un español que no sepa recitar de memoria alguno de sus versos. El drama, que repite el viejo tema de Don Juan, ha adquirido una eficacia literaria inusitada en la mezcla de temas de capa y espada con los religiosos y morales.La edicion que aqui se ofrece es la edicion facsimil del manuscrito autografo conservado en la Real Academia Española. Madrid, 1974. Tela.

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Don Juan Tenorio supone la consagración del drama romántico. Escrita en verso, esta pieza teatral se inspira en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina. Se han eliminado escenas que se apartaban de la accion principal y se ha respetado el verso, pero no siempre la rima. Se ha actualizado el vocabulario.Don Juan Tenorio supone la consagración del drama romántico. Escrita en verso, esta pieza teatral se inspira en El burlador de Sevilla de Tirso de Molina. Se han eliminado escenas que se apartaban de la accion principal y se ha respetado el verso, pero no siempre la rima. Se ha actualizado el vocabulario.

" Traidor, inconfeso y mártir" (1849) es uno de los últimos dramas románticos de Zorrilla, construido con un profundo sentido teatral. El autor supo introducir importantes modificaciones e

Las periódicas reposiciones de DON JUAN TENORIO en los escenarios españoles e hispanoamericanos atestiguan que lleva cerca de siglo y medio gozando de una popularidad que lo ha erigido en el título mas representado de la historia de nuestro teatro. Sin embargo, ninguna otra obra escrita en nuestro idioma se ha hecho acreedora de tantas divergencias criticas. Encabeza el grupo de sus detractores el propio Zorrilla, quien proyecto sobre su drama una severa mirada analitica renuente a valorar en el otra excelencia que la del personaje femenino (una doña Ines por primera vez cristiana) y muy dispuesta, por el contrario, a detenerse en los defectos: inconsistencia del caracter del protagonista (reproche que parece apuntar mas a sus cualidades morales que a las puramente dramaticas), desajustes en el desarrollo temporal, incongruencias verbales, inverosimilitudes escenicas, inanidad retorica de ciertos pasajes, etc. La critica posterior, en general, hizo suya de inmediato y mantuvo hasta practicamente nuestros dias la constatacion de estas debilidades, e incluso convirtio en un lugar comun la referencia desdeñosa a ciertos aspectos de la obra, entre los que ocupa lugar destacado una versificacion que tiende a caer con ostentacion en el ripio. La perspectiva analitica abierta por Francisco Ruiz Ramon al insistir en el concepto de teatralidad como rasgo inherente y logro mas destacado de la version zorrillesca del mito ha sido asumida por el comun de los comentaristas mas recientes, que no pierden nunca de vista la condicion fundamentalmente escenica del texto, el potencial dramatico que despliega con un extraordinario alarde de dinamismo.