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Es éste un libro peculiar que aborda las catequesis de las audiencias generales con las que el actual Pontífice comenzó su predicación. Lo original de las mismas es que conforman un todo unitario de gran coherencia y continuidad, un verdadero tratado acerca de uno de los puntos menos desarrollado en el pensamiento teológico: el amor humano en su prototipo de amor conyugal entre un hombre y una mujer. El prólogo de Carlo Caffarra, posiblemente el máximo conocedor del tema, precede a las distintas series de catequesis, cada una de las cuales presenta un breve estudio de un experto relacionado con el Instituto Juan Pablo II. Este libro es un paso importante para conocer a la luz de la fe lo más íntimo del hombre: su despertar, crecimiento y plenitud en el amor.

«La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama con razón «día del Seño

Sobre la misericordia divina. En el año 1999, la Iglesia nos habla del regreso de los cristianos a la casa de nuestro Padre Dios por el camino de la Conversión.

Una serie de mensajes papales para el establecimiento de la paz en el mundo.En este volumen se pueden encontrar todos los mensajes que con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz han sido escritos por Pablo VI y Juan Pablo II desde 1968 a 1998. El libro se abre con una carta, una presentacion y una introduccion, que orientan al lector acerca de lo que va a encontrar en estas paginas. Incluye, ademas, un indice tematico que facilita la consulta de estos mensajes. Tambien ofrece una bibliografia sobre paz y derechos humanos. Por ultimo, se ofrece un apendice con bibliografia especifica de la Comision Pontificia Justicia y Paz.

La encíclica"Fides et ratio"se inserta en esa larga tradición que desde los Padres de la Iglesia, de Oriente y Occidente, ha visto entre la fe y la razón humana un entendimiento no sólo posible - sino necesario. La verdad es una y ambos caminos conducen a ella, contribuyendo a su conocimiento y difusion. La intencion de esta Enciclica queda patente en este parrafo que forma parte de sus conclusiones: La Iglesia, al insistir sobre la importancia y las verdaderas dimensiones del pensamiento filosofico, promueve a la vez tanto la defensa de la dignidad del hombre como el anuncio del mensaje evangelico. Ante tales cometidos, lo mas urgente hoy es llevar a los hombres a descubrir su capacidad de conocer la verdad y su anhelo de un sentido ultimo y definitivo de la existencia. En la perspectiva de estas profundas exigencias, inscritas por Dios en la naturaleza humana, se ve incluso mas claro el significado humano y humanizador de la palabra de Dios. Gracias a la mediacion de una filosofia que ha llegado a ser tambien verdadera sabiduria, el hombre contemporaneo llegara asi a reconocer que sera tanto mas hombre cuanto, entregandose al Evangelio, mas se abra a Cristo.

En sus páginas se recoge el Discurso de Juan Pablo II a la Asamblea General en la mañana del 24 de enero de 1997 que L´OBSERVATORE ROMANO titula ´La Iglesia acompaña con solicitud materna a los divorciados que se han vuelto a casar´. A continuación, se recoge la ´Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe´ sobre la recepción de la Comunión Eucarística por parte de los divorciados vueltos a casar, de 14 de septiembre de 1994, donde se manifiesta, con palabras de Juan Pablo II, cómo el Señor, ´movido por la misericordia, sale al encuentro de todos los necesitados, con la exigencia de la verdad y con el aceite de la caridad´. En tercer lugar, se recogen las Recomendaciones de la Asamblea plenaria del Consejo para la Familia sobre ´Pastoral de los divorciados´ en las que proponen tres objetivos en torno a la ayuda que se puede y debe prestar a las familias en dificultad, así como sugerencias a los Obispos, testigos y custodios del signo matrimonial. Completa esta documentación un Estudio interesantísimo dirigido a los sacerdotes que como buenos hijos mayores salen a los caminos para preocuparse, junto con el Padre de todos, por el regreso de sus hermanos pequeños.

Al comienzo del nuevo milenio, cerrado el Gran Jubileo en el que hemos celebrado los dos mil años del nacimiento de Jesús, se abre para la Iglesia una nueva etapa de su camino. Este es un momento de alegría, de acción de gracias y de alabanza al Padre, pero también de reflexión y escucha. Sobre todo, nos recuerda Juan Pablo II, es un tiempo de esperanza, en el que es necesario pensar en el futuro, aprovechando la gracia recibida y traduciéndola en fervientes propósitos y en líneas de acción concretas. Es el tiempo de responder al mandato misionero sabiendo que contamos con la ayuda del Espíritu Santo y la compañía de la Virgen María.