El pobre Sr. Rondón empieza el día con mal pie: despistado, se pone la chaqueta de su hijo y hace la ronda por el zoo mientras airea sus inseguridades. «¡Estás gordo!», se dice, y también: «No le gus
"Como a todos los perros a Harold le encanta la comida pero Harold es diferente porque no para de imaginarse comida en los lugares más extraños: edificios, coches, buzones de correo, incluso en las bocas de incendios.Cuando Harold se pierde en la gran ciudad le entra un hambre tan terrible que comienza a ver cosas: una madalena gigante, un pavo en un buzon de correos, tostadas sobresaliendo los edificios, menos mal que al final el hambre de Harold le conduce a lugares conocidos y encuentra el camino a casa y a su. ¡desayuno!Kevin Waldron crecio en Dublin, estudio en Londres y ahora vive en Nueva York con su mujer arquitecto. Comparte estudio con Oliver Jeffer, Jon Burgerman y otros expatriados britanicos. Ha publicado 3 libros hasta la fecha.