Siempre me han gustado las historias épicas protagonizadaspor héroes que inspiran y nos impulsan a ser mejores. Hoy,sin embargo, os traigo una historia muy diferente. Unahistoria con más sombras que luces.Yo soy quien provoco el exterminio de mi raza, quien causo elfinal de la tirania sandela.A veces, me invaden los remordimientos por lo que hice, peroluego pienso en lo que los espejismos le hicieron a Asha, elhumano al que tanto ame, y comprendo que no podria haberactuado de ningun otro modo. Los sandelas destruyeron todolo bueno que habia en mi vida, y yo los destrui a ellos; y asi,los poderosos pasaron a ser los oprimidos.Mis acciones trajeron muerte, si, pero tambien justicia aun mundo donde antes reinaba la mentira. Los sandelas, atraves de nuestra capacidad para manipular la realidad queperciben los humanos, llevabamos siglos gobernando sobreellos, pero distabamos mucho de merecerlo.No se si al escribir mi relato en estas paginas busco redenciono si simplemente
Nada distingue a los sandelas de los humanos corrientes, nada, salvo que son capaces de crear espejismos. A través de ellos, manipulan a sus víctimas, ajenas a los hilos invisibles con los que se somete su voluntad, haciendoles vivir en la mentira y el engaño. En otras palabras, destruyen la realidad.Aunque los sandelas fueron erradicados de Meindra hace dos decadas, la amenaza de su retorno persiste. Por suerte, en Kisela cada año se forma una nueva generacion de kie-hais. Ellos no son solo los mejores guerreros del continente, son, ademas, los Guardianes de la Realidad: los unicos capaces de oponerse al poder de los sandelas.Kay y Aledrin son kie-hais, pero nunca han tenido que enfrentarse a ningun espejismo. Nunca, hasta ahora, pues el primer sandela del que se tiene constancia en Meindra en años se cruzara en su camino y cambiara sus vidas para siempre.
Son espejismos. No son reales. A pesar de que los miembros de su raza fueron violentamente expulsados de Meindra, un sandela ha regresado. Su presencia amenaza la realidad de todos los habitantes del continente, que recuerdan con pavor como fueron manipulados en el pasado y temen ser engañados por medio de espejismos una vez mas. En Kisela, los alumnos continuan su estricta formacion para convertirse en kie-hais. Ellos, los Guardianes de la Realidad, son los unicos que pueden impedir que los sandelas vuelvan a someter a los humanos.Tras su osada incursion a Arenas Negras, Kay y los otros kie-hais tendran que investigar acerca del Golpe, una misteriosa conspiracion urdida por senadores, sandelas y una peligrosa banda de delincuentes. Haran todo lo posible para tratar de impedirlo y asegurar, asi, que la realidad no se vea comprometida. Lo que ninguno de ellos imagina es que, tras lo que esta por venir, nada volvera a ser lo mismo.
Son espejismos. No son reales. A pesar de que los miembros de su raza fueron violentamente expulsados de Meindra, un sandela haregresado. Su presencia amenaza la realidad de todos los habitantesdel continente, que recuerdan con pavor como fueron man
Nada distingue a los sandelas de los humanos corrientes, nada, salvo que son capaces de crear espejismos. A través de ellos, manipulan a sus víctimas, ajenas a los hilos invisibles con los que se somete su voluntad, haciendoles vivir en la mentira y el engaño. En otras palabras, destruyen la realidad.Aunque los sandelas fueron erradicados de Meindra hace dos decadas, la amenaza de su retorno persiste. Por suerte, en Kisela cada año se forma una nueva generacion de kie-hais. Ellos no son solo los mejores guerreros del continente, son, ademas, los Guardianes de la Realidad: los unicos capaces de enfrentarse al poder de los sandelas.Kay y Aledrin son kie-hais, pero nunca han tenido que enfrentarse a ningun espejismo. Nunca, hasta ahora, pues el primer sandela del que se tiene constancia en Meindra en años se cruzara en su camino y cambiara sus vidas para siempre.